Carlo Petrini escribe una guía de lectura para la exhortación del Papa sobre el cambio climático
22 Jun 2015 | Spanish
El Presidente de Slow Food coincide con la encíclica papal en la que llama a un cambio de los estilos de vida, de producción y consumo.
El Vaticano ha publicado un documento pidiendo un cambio en los estilos de vida, de producción y de consumo.
La encíclica papal, a la venta en Famiglia Cristiana e Credere, es utilizada por el Vaticano para abordar temas específicos a partir del enfoque más reciente sobre el cambio climático.
Titulada Laudato Si – Enciclica sulla casa commune ha sido programada coincidiendo con la Expo de Milán y las recientes reuniones mantenidas entre el Papa y los delegados de la FAO. Además, pone de relieve la importancia de la próxima conferencia de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en París a finales de noviembre y que abordará el cambio climático.
La edición en italiano, publicada por Edizioni Paoline, contiene una guía de lectura escrita por el presidente de Slow Food, Carlo Petrini. En su texto Petrini elogia y respalda la convocatoria emitida por el Papa.
“Esta encíclica es ante todo una contundente y no sesgada comprensión de la realidad de nuestra casa común, la Tierra y su generosidad. Se trata de un análisis rotundo sobre el gran daño que hemos causado a las cosas y a las personas al imponer de manera insensata nuestro modelo de desarrollo, para lo cual hemos dejado nuestras políticas sometidas a la economía, y la economía a la tecnología.
La primera parte es una sinopsis impecable, altamente ilustrativa de la situación en que se encuentra el mundo: contaminación y cambio climático, los problemas del agua, la pérdida de biodiversidad con el deterioro consiguiente de la calidad de vida humana, la degradación social y la propagación de la injusticia en un mar de indiferencia y percibida impotencia.”
A lo largo del documento el Papa Francisco expresa una preocupación real por la Tierra y los efectos devastadores creados por el hombre:
“Los desechos industriales y los productos químicos utilizados en las ciudades y zonas agrícolas pueden conducir a una bioacumulación en los organismos de las poblaciones locales, aunque los niveles de tóxinas en estos lugares sean bajos. Con frecuencia no se toman medidas hasta que la salud de las personas se ha visto afectada ya de forma irreversible.
Estos problemas están estrechamente vinculados a una cultura de usar y tirar que afecta a las personas excluídas al igual que reduce las cosas rápidamente a basura. Por citar un ejemplo, la mayor parte del papel que producimos se desperdicia y no se recicla. Nos resulta difícil aceptar que la manera en que funcionan los ecosistemas naturales es ejemplar: las plantas sintetizan nutrientes que alimentan a los herbívoros; estos a su vez devienen en alimento para los carnívoros, que generan cantidades significativas de residuos orgánicos que dan lugar a nuevas generaciones de plantas…”
Después añade:
“La humanidad está convocada a reconocer la necesidad de los cambios en los estilos de vida, de producción y de consumo, a fin de combatir este calentamiento, o al menos las causas humanas que lo producen o agravan. Bien es cierto que existen otros factores (como la actividad volcánica, las variaciones en la órbita y eje de la Tierra, el ciclo solar), sin embargo, una serie de estudios científicos indican que la mayor parte del calentamiento global en las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros) liberados principalmente como resultado de la actividad humana. Concentrados en la atmósfera estos gases no permiten que el calor de los rayos solares reflejado en la Tierra se disperse en el espacio. El problema se ve agravado por un modelo de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles, núcleo central del sistema energético mundial. Otro factor determinante ha sido un aumento del cambio de usos del suelo, principalmente la deforestación con fines agrícolas.”
Funcionarios de la ONU han elogiado al Papa y esperamos que este eficaz uso del lenguaje catalice un acuerdo sobre la acción climática.
Para más información contacten por favor con el Oficina de Prensa de Slow Food Internacional:
Paola Nano, +39 329 8321285 [email protected]
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