Slow Food contribuye a la protección de las abejas sin aguijón de Chuquisaca promoviendo un Baluarte en Bolivia
18 Dec 2024 | Spanish
El Baluarte de las abejas sin aguijón de Chuquisaca es crucial para preservar la biodiversidad y el patrimonio cultural de los hábitats indígenas
El Baluarte de las abejas sin aguijón de Chuquisaca apoya la protección y la mejora de las condiciones de especies como la señorita (Trigona), la negro y burro (Scaptotrigona), la tancarillo (Melipona) y la boca de sapo (Nanotrigona), que se crían en el departamento de Chuquisaca, Bolivia. La miel producida, derivada de una amplia variedad de plantas melíferas locales, es el resultado de prácticas tradicionales que corren principalmente a cargo de mujeres guaraníes.
La función de las abejas autóctonas
Las abejas autóctonas y su hábitat están en peligro debido a la deforestación, los incendios forestales y la expansión de la agricultura intensiva, que destruyen los árboles donde anidan y reducen la disponibilidad de flora apícola. Apoyar a estas abejas significa contribuir a la conservación del medio ambiente y a la resiliencia de las comunidades locales frente al cambio climático, al tiempo que se potencia un producto de alta calidad que es expresión de las tradiciones y la biodiversidad locales.
La miel de abejas nativas sin aguijón del Chaco Chuquisaqueño es un legado ancestral que ha sido transmitido de generación en generación por los meliponicultores de la región, empezando por las mujeres guaraníes. Esta miel, que se produce en menor cantidad que la de las abejas comunes, tiene destacadas propiedades medicinales, como propiedades antibióticas y cicatrizantes, y las comunidades las utilizan para tratar enfermedades oculares. Las creencias populares, transmitidas durante siglos, consideran esta miel esencial para la fertilidad, y también la utilizan para aliviar las cataratas y otras afecciones.
Mujeres promotoras al cuidado de las abejas nativas del Chaco Chuquisaqueño
Durante generaciones, las mujeres que vivían antiguamente en esos territorios han combinado conocimientos ancestrales y técnicas modernas para el cuidado de las abejas nativas sin aguijón. Además de la producción de miel, los meliponicultores se dedican a la elaboración y transformación de productos relacionados con las abejas, como cremas, bálsamos, champús, pastillas y jarabes, y participan activamente en ferias locales y nacionales de venta directa. El papel de la mujer es crucial no solo para el cuidado de las abejas, sino también para la conservación del medio ambiente. Apoyar a estas mujeres significa valorar su papel como pilares de las comunidades locales y protagonistas en la defensa de la biodiversidad y las tradiciones culturales guaraníes.
Las pequeñas abejas sin aguijón de Chuquisaca son las guardianas de la biodiversidad en una de las zonas más ricas y diversas de Bolivia, situada en el corazón del Parque nacional y área natural de manejo integrado Iñao. En este territorio, donde confluyen tres ecosistemas distintos —el Gran Chaco, el Bosque Tucumano-Boliviano y el Chaco Serrano—, las abejas contribuyen a un equilibrio ecológico que es esencial para la salud de la tierra.
La coordinadora del Baluarte de las abejas sin aguijón de Chuquisaca, Edith Martínez Guerra, comenta: «Para mí, abrir este Baluarte significaría muchas cosas importantes. En primer lugar, sería una forma de dar valor a las mieles y otros productos apícolas autóctonos, no solo como alimento, sino también como herramienta clave para conservar la biodiversidad a escala internacional. Además, sería un esfuerzo por rescatar algo que está desapareciendo: las prácticas y los conocimientos ancestrales que, por falta de valoración y transmisión, corren el riesgo de perderse. También es una oportunidad para revalorizar nuestras tradiciones alimentarias, que son sanas y sostenibles, pero que a veces se olvidan por falta de información y conocimiento».
Las mujeres implicadas en el proyecto forman parte de la comunidad de Slow Food «Mujeres promotoras al cuidado de las abejas nativas del Chaco Chuquisaqueño», y también forman parte de una asociación llamada AMMECH (Asociación de Mujeres Meliponicultoras Ecológicas del Chaco Chuquisaqueño).
Gracias al trabajo de la asociación AMMECH, y con el apoyo del proyecto SANAPI, la miel de abejas nativas del Chaco Chuquisaqueño ha sido reconocida como Baluarte de Slow Food. Este reconocimiento pone de relieve no solo el valor gastronómico de la miel, sino también su importancia cultural, medioambiental y económica para las familias que la producen.
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Para más información:
Coordinadora del Baluarte:
Edith Martínez Guerra
+591 73447843
[email protected]
Oficina de Prensa de Slow Food Internacional
Paola Nano – [email protected] (+39) 329 8321285
Alessia Pautasso – [email protected] (+39) 342 8641029
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