El próximo 11 de noviembre, la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria votará el proyecto de recomendación en segunda lectura sobre la posibilidad de que los estados miembros restrinjan o prohíban el cultivo de OGM en su territorio (2010/0208 (COD)).
Greenpeace, Amigos de la Tierra Europa, Corporate Europe Observatory, la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica y Slow Food han apelado encarecidamente al Comité para la adopción de derechos legales firmes respecto del asunto, una vez que la posición adoptada por el Consejo en junio de este año crea un procedimiento para la prohibición del cultivo de transgénicos a nivel nacional legalmente defectuoso, engorroso y limitado en el tiempo, mientras conceden a las empresas de biotecnología un papel oficial en el proceso de toma de decisiones, limitando más aún el derecho de los países a prohibir el cultivo de transgénicos en su territorio.
Según el fundador y presidente de Slow Food, Carlo Petrini, “los ciudadanos de la UE quieren unas políticas alimentarias en Europa que se basen en la preservación de la biodiversidad alimentaria (variedades vegetales, razas de ganado autóctonas, alimentos artesanales) y pongan en valor a los productores de pequeña escala y a los consumidores. Exigen una mayor transparencia para gozar de la posibilidad de elegir lo que comen y beneficiarse de la soberanía alimentaria. Por ello, promovemos la prohibición de todo tipo de cultivos transgénicos en Europa “.
Slow Food y las citadas organizaciones expresaron las siguientes demandas, en carta enviada el 5 de noviembre, con la esperanza de que el Parlamento Europeo mejore la ley con su decisión sobre las enmiendas que permitirían a los estados miembros prohibir los cultivos transgénicos con fines ambientales y evitar la contaminación de una agricultura orgánica y convencional libre de transgénicos:
- Permitir a los estados miembros la toma de decisiones individuales sobre la base de consideraciones nacionales y locales específicas
- Excluir cualquier tipo de papel formal de las empresas de biotecnología en el proceso de toma de decisiones.
- Conceder a los estados miembros el derecho a restringir el cultivo de OGM o grupos de OGM definidos por cultivo o rasgo.
- Reintroducir los impactos ambientales como argumento a utilizar por los estados miembros para justificar prohibiciones nacionales.
- Rechazar el plazo de dos años de límite del derecho a prohibir por parte de los estados miembros.
- Exigir a los estados miembros la adopción de medidas de coexistencia a fin de evitar la presencia accidental de OGM en otros productos, en su territorio así como en las zonas fronterizas.
- Exigir a los estados miembros la puesta en marcha de medidas de responsabilidad para los operadores que produzcan y cosechen OGM a fin de garantizar una compensación adecuada para aquellos agricultores y procesadores que sufren pérdidas económicas debidas a la contaminación transgénica.
- Rechazar los intentos de permitir la contaminación de semillas de OGM. Las semillas libres de OGM son una condición previa para garantizar la posibilidad y la viabilidad económica de una agricultura libre de transgénicos en el futuro.
- Para una información más amplia sobre las demandas, pueden leer la nota adjunta en inglés.
Para más información contacten por favor con el Slow Food International Press Office:
Paola Nano, +39 329 8321285 [email protected]
* Slow Food agrupa a millones de personas entregadas y apasionadas por la comida buena, limpia y justa: chefs, jóvenes, activistas, agricultores, pescadores, expertos y académicos de más de 150 países. La red agrupa a alrededor de 100.000 miembros de Slow Food en 1.500 convivium locales existentes en todo el mundo (conocidos como convivium) que colaboran a través de su cuota de afiliación, así como de los eventos y campañas que organizan; y 2.000 comunidades del alimento de Terra Madre que practican una producción sostenible y de pequeña escala de alimentos de calidad.