Slow Food: el pastoreo salva los prados y garantiza la regeneración
19 Set 2023 | Spanish
Una red basada en la solidaridad, el apego emocional a la tierra y el cuidado de los animales en el corazón de Cheese 2023, el mayor evento mundial dedicado al queso artesanal organizado por Slow Food y la ciudad de Bra
Desarrollo y regeneración: estas son las palabras clave de la 14ª edición de Cheese, que se clausura el lunes 18 de septiembre. Estos conceptos resuenan por las calles de Bra, la ciudad piamontesa donde expositores de toda Italia y de otros 14 países han compartido la maravillosa diversidad del queso de leche cruda. Los cientos de pastores, queseros, expertos e investigadores, representantes institucionales, antropólogos, veterinarios y cineastas encuentran aquí un terreno común en sus esfuerzos compartidos por salvar los prados permanentes, las razas animales autóctonas y los paisajes culturales. Y se inspiran en el modo de vida pastoril, caracterizado por la forma en que los pastores gestionan sus animales, cuidan la tierra que aman y los productos que no solo les proporcionan un medio de vida, sino una razón para vivir.
Cheese es política
Franceso Sottile, miembro de la junta directiva de Slow Food: «El mensaje que se ha transmitido alto y claro a lo largo de los cuatro días del evento es que es necesario cambiar la narrativa sobre el mundo del pastoreo. Debemos ver en ella la perspectiva de progreso, desde el punto de vista económico y social, y apoyar a quienes invierten en ella tanto cultural como políticamente. No se trata de una visión bucólica o nostálgica, sino todo lo contrario. Es avanzada y progresista. El pastoreo es una profesión ligada a la tradición, pero también proporciona servicios ecosistémicos, y representa una relación equilibrada entre los seres humanos, los animales y el resto de la naturaleza que es más vital que nunca».
Como recordó la directora de cine Anna Kauber en una de las conferencias: «la comunidad de pastores es una de las más marginalizadas. Sus voces no suelen ser escuchadas, sobre todo en el caso de las mujeres pastoras. Pero Cheese anuncia una nueva era: podemos medir el valor del pastoreo por las inversiones que atrae, incluso en términos de formación para la próxima generación. En Italia y otros países han surgido varias escuelas de pastores y queseros que ofrecen una perspectiva alternativa de la vida a los jóvenes, muchos de los cuales se interesan por la ganadería y la producción de queso. A menudo, estos jóvenes tienen un enorme deseo y motivación, pero no cuentan con la oportunidad para adquirir las competencias adecuadas. Ha llegado el momento de cambiar eso».
Cheese es emoción
Cheese es, ante todo, una celebración, una ocasión emotiva en la que se permite que resuenen las voces de los artesanos: «Hacer queso es mi vida», afirma Christian Grones, joven productor del nuevo Baluarte Slow Food italiano de fodóm, un queso cuyos orígenes se remontan a los prados de las Dolomitas de Belluno, a 2.000 metros sobre el nivel del mar.
La guerra en Ucrania y su efecto sobre los queseros y los pastores no ha sido olvidada en los Premios Slow Cheese, donde hemos escuchado a Tetyana Stramnova. Ella ha decidido quedarse en su país, tras encontrar el valor para empezar una nueva vida a través de una pequeña granja de cabras. Ekaterina Prichodko, que se vio obligada a abandonar su ciudad bombardeada y, tras cruzar Europa con sus hijos, empezó de nuevo en la región italiana de Las Marcas, donde encontró refugio con Eros Scarafoni, de Fontegranne.
Giampaolo Gaiarin, experto quesero que desde hace años colabora con Slow Food en la promoción de las técnicas naturales de elaboración del queso y en el apoyo a las personas que están detrás de ellas, ha dado las gracias a Slow Food «por haberme dado la oportunidad de conocer a tantas personas que han aportado tanto a mi vida».
¡La próxima edición se celebrará en Bra (Italia) del 19 al 22 de septiembre de 2025!
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