Terra Madre Salone del Gusto: impulsemos la acción en todo el mundo

«El mensaje de este encuentro mundial es crucial: ya existen soluciones para las múltiples crisis actuales. Las hemos visto, oído e intercambiado a lo largo de los últimos días con los cientos de agricultores, cocineros, productores alimentarios, activistas y expertos que se han reunido en Turín», comentó Edward Mukiibi, el presidente electo de Slow Food.

El lema del evento, celebrado del 22 al 26 de septiembre en el Parco Dora de Turín, era «RegenerAction», un juego de palabras que captura la necesidad de pasar a la acción para regenerar nuestros sistemas alimentarios. «Las comunidades locales que prosperan en la producción de alimentos buenos, limpios y justos dan testimonio de la resiliencia de sus cultivos y razas biodiversos ante el cambio climático y de su habilidad para potenciar la justicia social; en otras palabras, la posibilidad de asegurar un futuro agradable para las próximas generaciones», continuó Mukiibi. «Como movimiento alimentario mundial, nos vamos de Turín con una fuerza y una determinación renovadas. Como presidente de Slow Food, estoy muy orgulloso de ello».

Esta 14. ª edición de Terra Madre Salone del Gusto, el encuentro mundial de la red de Slow Food y el mayor evento mundial dedicado a la alimentación sostenible y a la política alimentaria, mostró cómo la alimentación puede ser un puente hacia la paz, demostrando cómo mediante la inclusión y el diálogo podemos cultivar juntos un futuro mejor. Más de 3.000 representantes de la red de Slow Food se reunieron para compartir sus experiencias y encontrar soluciones que pudieran llevarse a casa, fortaleciendo aún más el sentimiento de pertenencia que define la red de Slow Food. También inspiraron a más de 350.000 visitantes del evento a lo largo del curso de cinco días y ofrecieron sugerencias prácticas para animar a todo el mundo a generar un impacto en el sistema alimentario mediante sus propias acciones, tal y como se describe en el manual de RegenerAction.

«Terra Madre representa concretamente el poder de unirse en una red global. Como mujer indígena nahua, elevar las voces y las luchas invisibles de los pueblos indígenas es crucial para lograr la sostenibilidad y la justicia alimentaria», añadía Dali Nolasco Cruz, miembro de la junta de Slow Food. «Proporcionar las herramientas para empoderar a las comunidades agrícolas y ponerlas en contacto con los consumidores es fundamental para los sistemas alimentarios sostenibles. Los sistemas de garantía participativa (PGS) y la cadena de bloques, por ejemplo, cambian las reglas del juego. Un PGS se basa en la participación activa de todas las partes y en la confianza, las redes sociales y el intercambio de conocimientos. La cadena de bloques es un sistema de trazabilidad que permite registrar de forma segura cada paso del proceso de producción. Los PGS y la cadena de bloques combinan las mejores relaciones de confianza con una tecnología innovadora al servicio de las comunidades locales y las personas, no de las multinacionales. En Terra Madre, los agricultores ofrecieron testimonios de cómo formar parte de una comunidad y beneficiarse de herramientas como los PGS les ha cambiado la vida y les ha ofrecido nuevas ventajas y posibilidades. Nuevas posibilidades que se traducen en mejores medios de vida para las comunidades locales y las familias».

Nina Wolff, también miembro de la junta de Slow Food y presidenta de Slow Food Alemania, comentó: «Mientras la Asamblea General de las Naciones Unidas analiza los principales desafíos a los que se enfrenta el mundo, Slow Food pide a las instituciones y a los responsables de la toma de decisiones que escuchen nuestra voz: las soluciones para la humanidad no provendrán de un enfoque de arriba hacia abajo, sino del fortalecimiento de la red de comunidades locales y del apoyo a sus conocimientos, su experiencia y su capacidad de innovar. En Terra Madre reunimos a profesionales y responsables de la toma de decisiones de la UE y ponemos en primer plano la experiencia de granjeros y veterinarios, recogida en el documento de posición de Slow Food sobre el bienestar animal. Como resultado, su experiencia se tendrá en cuenta cuando la Comisión Europea redacte una normativa sobre bienestar animal. Este es solo un ejemplo del impacto que puede tener nuestro activismo», concluyó.

«Necesitamos un cambio y medidas radicales, no simple palabrería», advertía Jorrit Kiewik, director de la red de jóvenes de Slow Food y miembro de la junta de Slow Food. «Podemos actuar todos los días, sea cual sea el contexto en el que nos encontremos. Votamos con el tenedor todos los días, pero también debemos cambiar nuestro entorno alimentario: votar con el tenedor es casi imposible si se vive en un desierto gastronómico, pero todos debemos actuar. Por eso salimos a la calle con Fridays for Future, salimos a la calle con grandes alianzas. Es crucial crear conciencia y empoderar a las personas para que actúen. Tanto si se trata de aprender a aprovechar las sobras en deliciosas recetas como de firmar una petición para detener los transgénicos, estas acciones individuales ayudan mucho».