A pesar de que muchos eventos han sido cancelados debido a Coronavirus, la Semana de Acción de Pesticidas ha vuelto una vez más a celebrar su decimoquinto año en línea, del 20 al 30 de marzo, dedicada a crear conciencia sobre los pesticidas químicos y los peligros de su uso, tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
Durante más de 20 años, la organización francesa «Generations Futures» ha estado trabajando en el tema de los pesticidas químicos y el daño que causan. Todos los años, a principios de la primavera, convoca a agricultores, organizaciones y actores institucionales, agrupando a más de 50 socios internacionales, incluyendo a Slow Food.
En Europa, el tema es tan relevante como siempre: durante la Semana de Acción de Pesticidas, la Comisión Europea publicará su «Estrategia de la granja a la mesa», es decir, la parte del Acuerdo Verde (Green Deal) que debería permitir a la UE hacer una contribución real en términos de sus objetivos de sostenibilidad y asumir los grandes desafíos que enfrentan nuestros sistemas alimentarios. Será interesante ver cuánto espacio se le da a la erradicación, aunque gradual, de los pesticidas y qué medidas se esperan para garantizar la transición de la agricultura europea hacia formas de cultivo más sostenibles como la agroecología.
El Tribunal de Cuentas Europeo ha publicado un informe sobre «Uso sostenible de productos fitosanitarios: progreso limitado en la medición y reducción de riesgos» y ha verificado si las acciones de la UE han tenido un impacto positivo. ¿El resultado? Negativo. Por ejemplo, no todos los Estados miembros han escrito en la legislación nacional que los agricultores deben aplicar estrategias integradas (que consisten en el uso de pesticidas solo como último recurso, una vez que otros métodos han demostrado ser ineficaces). Además, los agricultores no tienen incentivos para reducir su dependencia de los pesticidas. En particular, observa el Tribunal, la aplicación de los principios de las estrategias integradas de defensa no se incluye como condición para recibir subsidios de la PAC (Política Agrícola Común). El Tribunal ha revelado que las estadísticas sobre sustancias activas y su uso, tal como fueron publicadas por la Comisión (Eurostat), no fueron lo suficientemente detalladas como para ser útiles. Tampoco los datos suministrados a los Estados miembros eran lo suficientemente coherentes o actualizados. En resumen, desde este punto de vista es necesario un cambio decisivo.
Desafortunadamente, los productores de pesticidas como Bayer-Monsanto, BASF y Syngenta, así como los gobiernos de los Estados Unidos y Canadá, luchan con uñas y dientes contra estas reglas europeas de pesticidas, y con éxito. Los supuestos impactos negativos de estas reglas en el comercio internacional han sido clave para esto. La amenaza de los aranceles se ha utilizado para disuadir a la UE de implementar su plan para prohibir estos productos. Las negociaciones están en curso.
Afortunadamente, la comunidad científica parece haber tomado una posición sólida: 24 institutos de investigación de 16 países europeos, dirigidos por el instituto francés INRAE y sus equivalentes alemanes ZALF y JKI, hicieron una declaración el 23 de febrero durante la Exposición Agrícola Internacional en París, Afirmando que «una fuerte demanda de las autoridades públicas, los profesionales agrícolas y la sociedad en general en toda Europa ha impulsado un esfuerzo de investigación en colaboración para acelerar la transición a la agroecología». Para asumir este desafío, han publicado una declaración conjunta de intenciones «Hacia una agricultura libre de pesticidas químicos», que propone un replanteamiento de la forma en que se lleva a cabo la investigación y el desarrollo de nuevas estrategias comunes, no solo a nivel nacional, sino en todo el continente.
La Semana de Acción contra los Pesticidas también llega en un momento en que 90 organizaciones europeas en 17 países están llevando a cabo una campaña en defensa de las abejas. El argumento está directamente relacionado, porque los insectos polinizadores, incluidas las abejas, están desapareciendo debido al uso de pesticidas.
Las abejas juegan un papel fundamental para la biodiversidad y la agricultura. Son una parte integral de nuestro sistema alimentario porque polinizan los cultivos que terminan como alimento en nuestras mesas. Y están desapareciendo. Entre las principales causas están los pesticidas, ampliamente utilizados durante décadas en los sistemas agrícolas convencionales sin tener en cuenta las consecuencias directas e indirectas sobre el medio ambiente. Hoy conocemos los efectos nocivos y algunos productos ya han sido prohibidos: en Europa se ha prohibido el uso de algunos insecticidas neonicotinoides: aquellos para los cuales existe una amplia evidencia de su toxicidad para los polinizadores. Pero estas medidas son insuficientes porque el sistema actual de evaluación de riesgos se basa en la mortalidad de las abejas adultas. Pero, como ha sido demostrado por la investigación, las dosis permitidas legalmente de estos pesticidas provocan una pérdida de orientación y comprometen los sistemas inmunes y reproductivos de las abejas, y que estos efectos se transmiten de generación en generación, a medida que las larvas crecen en el polen contaminado no se desarrollan correctamente, lo que puede provocar el colapso de las colonias.
La campaña «¡Salva a las abejas y los granjeros!» tiene como objetivo reunir un millón de firmas para septiembre de 2020, de modo que la Comisión y el Parlamento Europeo estén obligados a legislar sobre el tema, teniendo en cuenta los principios de la campaña. Slow Food ha estado trabajando durante años para sensibilizar al público en general sobre la reducción drástica de la población mundial de abejas y pide que se prohíban los pesticidas dañinos, destacando cómo la destrucción de la biodiversidad está vinculada a la crisis de las abejas. Con esta Iniciativa Ciudadana Europea, estamos comprometidos a garantizar que se practique una agricultura sostenible y apta para las abejas en toda Europa.
El ECI solicita a la Comisión Europea que presente propuestas legales para:
Eliminar los pesticidas sintéticos: eliminar el 80% de las sustancias químicas sintéticas presentes en la agricultura europea para 2030, comenzando por las más peligrosas, de modo que la agricultura pueda estar totalmente libre de pesticidas sintéticos para 2035;
Recuperar la biodiversidad: restaurar los ecosistemas naturales en áreas agrícolas para que la agricultura se convierta en un factor para defender la biodiversidad;
Sostener a los agricultores en la transición: reformar la agricultura dando prioridad a la agricultura diversificada, sostenible y en pequeña escala, promoviendo un rápido aumento de las prácticas agroecológicas y orgánicas, proporcionando capacitación para este fin y realizando investigaciones científicas independientes sobre pesticidas y OMG -agrícola libre.