El proyecto Slow Fish Caribe, financiado por la Unión Europea, desde el año 2017 viene adelantando acciones hacia el mejoramiento de la calidad de vida de pescadores artesanales, capturadores de Cangrejo Negro, agricultores y operadores turísticos comunitarios en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, a través de diversas estrategias de trabajo implementadas en terreno por Slow Food y sus socios locales Fundación ACUA y Corporación Coralina.
En el año 2019 se adelantó un trabajo de construcción de recomendaciones a la política pública de pesca sostenible, agricultura, captura y transformación de Cangrejo Negro y turismo comunitario, con diversos actores locales vinculados con estos sectores productivos, con la intención de incidir en la construcción de los nuevos planes de desarrollo departamental y local.
En escenarios de construcción participativa se hizo un análisis colectivo de las problemáticas que enfrentan en cuanto a la producción, transformación y comercialización, así como su relación con la administración pública departamental y municipal, a su vez se construyeron recomendaciones para superar las problemáticas identificadas a partir del saber, experiencia y reconocimiento de las particularidades del contexto de los participantes convocados.
Producto de este trabajo se construyó un documento que contienen el diagnóstico de cada uno de los sectores mencionados y se expusieron cada una de las recomendaciones construida. Este documento fue socializado y validado en el mes de febrero de este año (2020) con los participantes del proceso. Posteriormente en eventos públicos convocados por la gobernación del departamento y la alcaldía de Providencia para la construcción de los planes de desarrollo y reuniones bilaterales fue socializado con el Gobernador del Departamento y miembros de su gabinete, así como con integrantes del gabinete de la Alcaldía de la isla de Providencia.
En estos espacios desde la Gobernación se manifestó su interés por garantizar durante su gobierno el impulso a la pesca y agricultura sostenible en el departamento, como estrategia hacia la autonomía y seguridad alimentaria del archipiélago desde la reactivación de estos sectores productivos que durante años han sido poco favorecidos con incentivos y proyectos que los potencien y dinamicen en consonancia con la denominación de reserva de Biosfera otorgada por la Unesco.
De igual manera manifestó su interés de empezar a dinamizar propuestas de turismo que vinculen más a los actores comunitarios y la cultura raizal como ejes alternativos al turismo de mar, sol y playa que predomina actualmente. Desde el proyecto Slow Fish Caribe se viene dinamizando dos propuestas de rutas turísticas una en San Andrés y otra en Providencia, que involucran esta mirada, articulando a operadores turísticos vinculados con la promoción y valorización de la cultura raizal, desde sus potenciales arquitectónicos, naturales y de gastronomía local y que se recogen en la propuesta de recomendaciones de política pública para el turismo comunitario.
Esperamos este proceso rinda frutos y los nuevos Planes de Desarrollo del departamento y del municipio recojan las recomendaciones construidas por estos actores comunitarios, que reconocen la necesidad de transformación hacia políticas más inclusivas que dinamicen y potencien el desarrollo sostenible del archipiélago como reserva de Biosfera en el siguiente cuatrenio.