Slow Fish
¡Hay que entender la pesca para salvar los mares!
Muchas veces vemos el pescado que hay en nuestro plato únicamente como comida, una fuente de proteínas útil en nuestra dieta o incluso una forma de perder peso cuando, en realidad, refleja un sistema de relaciones entre elementos químicos, microorganismos, actividades humanas (no sólo la pesca, sino también la venta, el comercio, la cocina), y factores ambientales. El sistema es tan complejo que la mayoría no lo entiende.
¿Sabías que el plancton nos proporciona hasta dos tercios del oxígeno que respiramos, y es además la base de la cadena alimenticia acuática? ¿Alguna vez has pensado que el pescado tiene temporadas? ¿Sabes de qué ecosistema procede cada pescado? ¿Y quién lo pesca? ¿Tienes un pescadero de confianza que te ayude a elegir qué comprar?
Slow Fish es la campaña internacional de Slow Food que se compromete a redescubrir la cadena de valor que se esconde tras el pescado. Esta cadena tiene su origen en el agua y la biodiversidad del plancton, elementos sin los que no existiría la vida ni las especies acuáticas; por otro lado, se desarrolla mediante la gestión del medio marino y los recursos pesqueros, llevada a cabo por pequeños pescadores de todo el mundo, incluyendo el transporte y el comercio hasta que, por último, llega a la cocina.
Esta campaña parte del conocimiento de la red internacional Slow Fish, una gran comunidad de pescadores, transformadores, biólogos y cocineros que luchan a diario para fortalecer las relaciones sociales entre las personas, base indispensable para una cadena de producción saludable y respetuosa con el medio ambiente. Sus identidades, sus conocimientos, sus idiomas y sus historias son lo más valioso que tenemos, por ello debemos protegerlos, además de ser la herramienta más potente y efectiva para hacernos entender a todos y cada uno de nosotros la maravillosa complejidad en la que vivimos.
Siguiendo esta línea, Slow Fish lanza diferentes iniciativas que fomentan las prácticas de pesca artesanales y aquellas especies olvidadas que el mercado globalizado tiende a despreciar e incluso destruir, así como prácticas que lleven a la reflexión sobre el estado y la gestión de los recursos hídricos. Para tener éxito, dicha reflexión debe empezar a nivel local.
Slow Fish, un evento bienal celebrado en Génova, Italia, es un punto de encuentro para educar a los consumidores, empezando por las generaciones más jóvenes, reuniendo a una comunidad diversa de pescadores, científicos, cocineros y organizaciones que nos muestran cómo todos podemos tener un papel importante en la creación de un futuro mejor.