Chile, que abarca un territorio de más de 4000 kilómetros de norte a sur, desde el desierto de Atacama hasta Tierra del Fuego, es el hogar de una increíble biodiversidad, así como la confluencia de culturas gastronómicas que comprenden pueblos indígenas e inmigrantes de todo el mundo.
Slow Food Chile está recaudando fondos para llevar a cabo un proceso de investigación a escala nacional que se dedicará a identificar a nuevos Baluartes de Slow Food. Los productos seleccionados como objeto de investigación han sido escogidos de forma conjunta con los convivia locales y las comunidades del Alimento de Terra Madre, de acuerdo con las necesidades y aspiraciones de los productores.
Estos son tres de los nuevos posibles Baluartes:
El camote del Valle de Huasco.
El camote del Valle de Huasco, un pilar económico de las familias campesinas de esta región local, tiene unas peculiares características organolépticas que todavía deben investigarse para poder describirlo genéticamente. Este será el primer objetivo del Baluarte, que más tarde trabajará para introducir un protocolo de producción para cultivar las plantas con métodos agroecológicos.
La miel de Mardón
Tras los devastadores incendios forestales a principios de 2017, se perdieron miles de ejemplares de árboles pertenecientes a especies como el Mardón (Escallonia pulverulenta), poniendo en peligro la supervivencia de estas plantas y las actividades de producción de alimentos tradicionales en las que se utilizan. La miel de Mardón es un producto único no solo por sus cualidades gastronómicas, sino también gracias a la comunidad que la lleva protegiendo desde hace más de un siglo. La creación de este Baluarte protegerá 2.700 árboles de Mardón y otras especies nativas y permitirá a la Cooperativa de Mujeres Apicultoras del Mardón de Coronel de Maule plantar más árboles ayudando a la región a recuperarse de las consecuencias de los incendios y protegiendo la biodiversidad.
La chaura de Villarrica
La chaura, también conocida como brezo espinoso, es una planta con floración nativa del sur de Argentina y Chile. Es poco conocida incluso en Chile, pero de gran importancia para los pueblos que viven en la zona del lago Villarrica por su uso en las recetas tradicionales locales y como fuente de ingresos para la comunidad. El Baluarte tiene como objetivo establecer un protocolo para su recolección, procesado y consumo según unas buenas prácticas compartidas y consensuadas, y recopilar recetas tradicionales y métodos de preparación de este fruto.
Los otros proyectos serán la puesta en marcha del Baluarte del Queso de Leche de Cabra de Combarbalá y la promoción del recorrido gastronómico con la comunidad Mapuche en Nahuelbuta.