En Latinoamérica y en el Caribe las fincas campesinas tradicionales, llamadas también shagras, milpas, granjas, chacras o parcelas, corresponden a unidades productivas que se basan en la fuerza de trabajo de la familia, el fomento de la biodiversidad, el uso de técnicas amigables con el entorno y la resiliencia.

Históricamente, se han consolidado como la fuente principal del abastecimiento alimentario de los territorios y en consecuencia son consideradas por muchos como la columna vertebral de la soberanía y la seguridad alimentaria y nutricional del continente. A pesar de su importancia, las inequidades del mercado, la pérdida de la biodiversidad y la apropiación particular de las semillas, las afectaciones a los territorios como consecuencia de la minería y los agrocombustibles, entre otros, son amenazas compartidas por muchas comunidades campesinas e indígenas de Latinoamérica y del Caribe y que comprometen la continuidad de la vida campesina y de consecuencia la sobrevivencia de las fincas campesinas.

Por lo anterior Slow Food ha lanzado el programa Fincas Slow para salvaguardar las unidades productivas campesinas e indígenas tradicionales.

Los promotores de la iniciativa han conformado un Comité coordinador continental y escrito un Protocolo continental del programa Fincas Slow para América Latina y el Caribe. Cada país, con su Comisión Nacional, adaptará el protocolo a la realidad local y a las necesidades y peculiaridades del territorio y mapeará las Fincas Slow.

En Cuba, las Fincas Slow actualmente catalogadas son las siguientes:

  • Finca del Medio (Taguasco, Sancti Spíritus)
  • Finca La Antonia (Boyeros, La Habana)
  • Finca La China (La Lisa, La Habana)
  • Finca Renacer (Cabaiguan, Sancti Spíritus)
  • Finca Santa Ana (Jibara, Holguin)
  • Finca San José (Boyeros, La Habana)
  • Finca Tungasuk (Caimito, Artemisa)
  • Finca Vista Hermosa (Guanabacoa, La Habana)

En Colombia, participan al proyecto Fincas Slow de los siguientes municipios: Vélez, Charalá, Zapatoca, Abrego Norte, El Carmen el departamento de Santander; San Pablo y Cantagallo en Bolívar; El Banco en Magdalena; Susa, Sopó y Sibaté en Cundinamarca; Sumapaz en Bogotá; Guachucal, Cumbal, Carlosama y Tumaco en Nariño;

Acá puede descargar los documentos principales del proyecto:

Para saber más o participar al programa Fincas Slow, puede contactar:
Madelaine Vazquez – [email protected]
Nestor Mendieta – [email protected]
Oficina Latino America – [email protected]

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