Comunidades indígenas del movimiento Slow Food dan un paso más, en Chiapas, México, para salvaguardar la biodiversidad a través de su histórica colaboración con la Asociación Civil local Ciserp.
Cinco nuevas Comunidades Slow Food se han sumado al Baluarte del Sistema Milpa de Chiapas (creado en el 2019) para reforzar el trabajo de salvaguardar el sistema de la milpa y por sobre todo, las semillas. Luego, los representantes de estas cinco comunidades decidieron unirse en una sexta Comunidad Slow Food, más amplia, que pone en contacto a los miembros en distintas comunidades, coordina las actividades del Baluarte y la protección de las semillas. Este proceso generó energías positivas y sentido de pertenencia.
Los antecedentes históricos del maíz y su cultivo en el sistema milpa, son tan antiguos que constituyen la base cultural de adaptación humana y el medio a la cultura agrícola. Las semillas que son resguardadas por las comunidades baluarte de Mitontic, Chiapas, provienen de la raza Oloton, que se caracteriza por sus mazorcas de base abultada, con una variación de colores y tamaño de grano, número y disposición de hileras y precocidad, los granos son de textura cristalina, las familias de las comunidades participantes en el baluarte milpa de Chiapas, hacen la identificación cultural de sus semillas en base a sus colores.
A finales del 2022, las comunidades celebraron una gran fiesta para reafirmar sus valores y fijar nuevos objetivos. Las familias mostraron que aún tienen semillas que se pensaban perdidas y que han resguardado por generaciones e intercambiado. Después de la identificación de estas semillas, se decidió que cada Comunidad Slow Food trabajaría más en el resguardo de una especie específica de maíz.
- La Comunidad de Oxinam y Jolxojomcacal protegen la varidad Azul (Ik´al ixim), las mazorcas cuentan con 12 a 14 hileras con aproximadamente 38 a 40 granos por fila, sus granos son redondos y de textura cristalina, su uso es en atol agrio, tortillas y tostadas.
- La Comunidad Bachen protege la varidad Rojo (Tsajal ixim), las mazorcas cuenta con 14 a 16 hileras, con un aproximado de 28 a 30 granos por fila, son mazorcas medianas con granos medianos de textura cristalina, sus usos son en la elaboración de tostadas, tortillas, atol y pozol.
- La Comunidad Tojtic protege la varidad Sangre de Cristo, se le conoce así porque tiene tonalidades rojas en forma de venas, es endémico de ahí la importancia de rescatar esta semilla, tiene de 12 a 14 hileras con 30 a 32 semillas por fila, sus granos son medianos, redondos y cristalinos se usa para hacer las tortillas y tostadas.
- La Comunidad Choco protege la varidad Amarillo (k´anal ixim), las mazorcas tienen de 12 a 14 hileras, con 28 a 32 granos por fila, sus granos son redondos y cristalinos, sus usos son para la elaboración de tortillas, pozol y atol.
Además, las comunidades han nombrado a [email protected] Guardianes y Guardianas de las semillas, que son las personas que van a recibir y resguardar las semillas ancestrales locales para toda la comunidad. Las semillas después se registran y resguardan en una casa de semilla en la comunidad de Tojtic Mitontic, Chiapas.
“Somos uno, aunque seamos de diferentes comunidades – afirma el guardián Antonio Rodríguez Méndez, Tojtic, Mitontic – nos une nuestra cultura, nos une lo que comemos, nos une lo que somos, somos guardianes de las semillas, porque las hemos defendido en el trabajo de la milpa, somos guardianes porque nos hemos resistido a lo que viene de fuera y le hace daño a la vida, somos guardianes que seguiremos buscando fuerza de nuestra comunidad para seguir adelante”.
“Para mí ser guardián de las semillas significa algo especial – afirma el guardián Pedro Tojtic, Mitontic, Chiapas – significa poder cuidar de la sabiduría de mis abuelos y pasarles a mis hijos y a los jóvenes de la comunidad”.
“Es necesario curar nuestra madre tierra, se ha enfermado, la hemos enfermado – afirma el guardián Epifanio Ortiz Santiz, Comunidad Tojtic, Mitontic, Chiapas – por eso es importante defenderla”.
“Nuestras semillas de maíz tienen colores tan bonitos que representan nuestra vida, nuestra cultura es la herencia que nos dejaron nuestros abuelos” – afirma la guardiana Marcelina Rodríguez Méndez, Bachen Mitontic, Chiapas.
Slow Food y Ciserp trabajan demostrando cómo la agroecología y el uso de métodos de producción ancestrales son más que suficientes para el cultivo del maíz local. Esto significa que no se utilizan fertilizantes químicos, por lo que no se perjudica al medio ambiente ni a la salud. Cada variedad de maíz es específica a una zona concreta, no hay monocultivos, se utilizan terrazas y la rotación de cultivos.
El Baluarte Sistema Milpa de Chiapas fue creado en el 2019 gracias al apoyo de la Fundación W. K. Kellogg. quién sigue apoyando aún hoy las actividades descritas.
La milpa es un complejo sistema mesoamericano de asociación de cultivos que se remonta al período neolítico. Ha representado el elemento clave para la seguridad alimentaria de muchos pueblos indígenas y campesinos de México y la forma más eficaz para la salvaguardia y la reproducción de las semillas ancestrales.
Al cultivar la milpa, las mujeres de Chiapas protegen y transmiten sus conocimientos, fortaleciendo su identidad, preservando la fertilidad del suelo y proporcionando a sus familias alimentos frescos, nutritivos y locales. Esto supone un menor consumo de alimentos industriales y la protección de la biodiversidad agrícola local.
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