Las manos extranjeras que nos alimentan

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Una investigación sobre los efectos de la inmigración en la industria láctea ha demostrad que la reducción del 50% la mano de obra extranjera resultaría en una pérdida de 2.266 granjas lecheras. Pero no solo esta industria está dominada por imigrantes (aproximadamente dos tercios del total) En el sector de la empaquetacion de la carne (uno de los trabajos de fabricación más peligrosos de los EE.UU.) un tercio de los empleados son imigrantes.

Que la población de los campos americanos está formada por una mano de obra extranjera no es nada nuevo. Entre los siglos XVII y XIX, decenas de miles de esclavos africanos fueron forzados a trabajar, seguidos por los imigrantes de Europa y Asia que se encontraron a si mismos en una situación de servidumbre por contrato. Actualmente se estima que los mexicanos representan casi la mitad de todos los inmigrantes ilegales.

¿Es esta fuerza de trabajo inmigrante que impide a los estadounidenses obtener un empleo? Cuándo la Unión de Campesinos o United Farm Workers union en América lanzó una campaña ofreciendo a personas desempleadas trabajos agrícolas, de un millar de consultas, sólo tres personas aceptaron las posiciones. Esta fue la reacción durante un periodo en el que el desempleo se movía alrededor del 10% y y muchos estaban sintiendo el impacto de la crisis financiera mundial.

Es dificil desvelar la cifra exacta del número de inmigrantes indocumentados que trabajan en los EE.UU. El trabajo de muchos trabajadores extranjeros no es registrado, entre otras cosas porque un gran número llega al país de manera ilegal.

No tener documentos hace a los inmigrantes susceptibles a un sinfín de abusos: la violencia, una vivienda inadecuada y condiciones peligrosas con exclusión de las leyes laborales son sólo algunos de los problemas que enfrentan. Además, a pesar de sus indudables aportaciones al sector, la economía (se cree que al menos la mitad paga los impuesto sobre la renta, al menos, a menudo a tasas más altas) y a las comunidades, los inmigrantes ilegales carecen de influencia política y por miedo a la deportación a menudo son incapaces de expresarse y muchas veces caen en el aislamiento.

Según The Hands that Feed Us (Las manos que nos alimentan), un documento producido/creado por Food Chain Workers Alliance, trabajadores sin papeles sufren dos veces más el robo de salarios que otros trabajadores (39,9%), y ademٞás pierden también, de media, más dinero por hora. Lo que es peor aún, el 43,6% de todos los trabajadores imigrantes encuestados afirman que haber ganado por debajo del el salario mínimo requerido. De hecho a pesar de la fuerza de trabajo inmigrante, el 61% de los trabajadores agrícolas de Estados Unidos en su conjunto ganan salarios miserables.

Food Chains, un documental que detalla la explotación de los trabajadores agrícolas inmigrantes, señala a las grandes compañías como una de las causas principales. Explica como las cadenas de grandes supermercados han mantenido precios artificialmente bajos a cambio del aumento de otros costes. Para mantener estos precios bajos, los salarios de los trabajadores agrícolas han sufrido: los agricultores, para poder sobrevivir se ven obligados a contratar mano de obra barata.

¿Qué se está haciendo?

Han comenzando a surgir algunas iniciativas para combatir estos casos de abusos. Una campaña contra la exclavitud dirigida por la Coalition of Immokalee Workers (CIW) ha descubierto, investigado y asistido al enjuiciamiento de varias operaciones de esclavitud agrícola en varios estados del sudeste de Estados Unidos.

La CIW también ha establecido la Campaña nacional por los Alimentos Justos, que educa a los consumidores sobre la cuestión de la explotación de trabajadores agrícolas, sus causas y sus soluciones, y forja alianzas entre los trabajadores agrícolas y los consumidores. Gracias a la prima de la campaña Alimentos Justos, los consumidores que participan en ella se comprometen a pagar una cuota extra sobre el precio que habitualmente pagan por un kilo de tomates; esta prima, de todas formas bastante reducida, sirve para aliviar las dificultades economicas a las que los trabajadores agrícolas tienen que en enfrentarse. Y el Código de Conducta de los Alimentos Justos exige a los compradores participantes, que dejen de comprar a los productores que no han podido cumplir.

Encontramos también un estímulo a favor a nivel político. Se está impulsando fuertemente un plan prospectivo para conceder a los trabajadores agrícolas ilegales de California el derecho al trabajo. Este plan, no sólo podría beneficiar a gran parte de los trabajadores indocumentados del estado, que son el 29% de los empleados en el sector agrícola, sino que también destaca el reconocimiento del papel fundamental que desempeñan, y la necesidad de proteger sus derechos.

Jonathan Moody
[email protected]

Fuentes:
https://www.sandiegouniontribune.com/news/2015/jul/19/immigration-farmworkers-luis-alejo-agriculture/
https://hungerreport.org/featured/immigrants-us-food-system/
https://www.voanews.com/content/us-farmers-depend-on-illegal-immigrants-100541644/162082.html
https://www.extension.org/pages/9960/migrant-farm-workers:-our-nations-invisible-population#.Vaz011btWrs
https://www.wine-searcher.com/m/2015/07/vineyard-needs-prompt-action-over-illegal-workers
https://news.vice.com/article/undocumented-immigrants-pay-billions-in-taxes-to-fund-programs-theyre-banned-from-using

 

 

 

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