
Ese soy yo: soy José Hilario y mis amigos pescadores me dicen Iguano. Tengo 61 años, nací y viví en la Isla Cozumel, Quintana Roo. Estoy casado con Martha Ruth, una de las pocas pescadoras de todo el estado, y tenemos dos hijos: Josué Fernando y Ángel Hilario.
Mi vida en la pesca: soy motorista de la embarcación Guadalupe 1 y miembro de la cooperativa Cozumel desde el 1978. En estos 40 años he cubierto los cargos de secretario, presidente del Comité de Vigilancia y vocal financiero. Me encanta la pesca en cuanto me enseñó a pescar mi papá, y con la pesca puedo contribuir al bienestar de mi familia.
Lo más bonito de ser pescador es: bucear y trabajar en el respeto de las vedas.
Lo más difícil de ser pescador es: enfrentar los cambios climáticos.
Historias del mar: entre las experiencias mas fuertes que me tocó vivir en la vida de pescador está la llegada de dos huracanes: uno cuando era soltero, ¡y otro cuando mi esposa estaba embarazada!

Ese soy yo: tengo 54 años, estoy casado y tengo dos hijos. Me llaman Iguano 2 en cuanto mi hermano mayor Jose Hilario, tiene Iguano como apodo. Nací en la Isla Cozumel pero actualmente vivo en Felipe Carrillo Puerto, a unos pocos kilómetros desde la Bahía de la Ascensión.
Mi vida en la pesca: entré en la Cooperativa Cozumel gracias a mi padre en 1970 y en estos años he sido tesorero y miembro de los Comité de Vigilancia.
Lo más bonito de ser pescador es: trabajar cuidando a las especies y protegiendo la biodiversidad marina y costera.
Lo más difícil de ser pescador es: correr ciertos riesgos ligados a nuestra seguridad como pescadores.
Historias del mar: ser pescador significa tanto vivir en un ambiente bonito como es el Caribe, cuanto conocer la violencia de los huracanes, cuando pasan por nuestra tierra.

Ese soy yo: me llamo Yasmin y me dicen Flaca. Nací en Mérida, tengo 54 años y tengo una hija. Actualmente vivo en la isla Cozumel. Con la señora Martha Góngora somos las únicas dos pescadoras de la Cooperativa Cozumel, y casi no hay más mujeres pescadoras en todo el estado.
Mi vida en la pesca: ser pescadora me encanta y cada día quiero aprender más. Entré en la cooperativa por medio de un amigo y hoy trabajo en la embarcación Guadalupe 1 de ayudante, clasificando la langosta en la lancha y apuntando los datos de las capturas. Trabajo todos los días y me encanta platicar con mis compañeros de embarcación, recordando nuestras aventuras de pesca.
Lo más bonito de ser pescador es: aprender a pescar y ver las maravillas que hay en el mar.
Lo más difícil de ser pescador es: cuando se hace noche y hay frío.
Historias del mar: una vez Martha y yo nos quedamos a la deriva en la lancha toda la noche. ¡Finalmente nos rescataron a las 9 de la mañana siguiente!