A mediados de 2016, la Corporación de Desarrollo Solidario CDS integra a campesinos y campesinas de diferentes asociaciones ubicadas en los Montes de María para capacitarlos con proyectos productivos sostenibles agropecuarios y apícolas.
Con criterios investigativos, nace la iniciativa en la exploración apícola, ubicando el proyecto en la región de Cayeto en donde el tipo de vegetación es bosque seco tropical y hay diversidad de flora nativa.
Se comenzaron a afianzar los conocimientos en la biología de los insectos y su manipulación, se instalaron diez núcleos de abejas africanizadas y se da inicio a la producción. Con el pasar del tiempo, se ha ido mejorando la calidad del producto, aspectos sanitarios de los insectos, la manipulación de los mismos, las relaciones sociales y de producción entre los integrantes brindando oportunidades y mejorando la calidad de vida de toda la comunidad apícola y la de sus familias.
La incidencia de la iniciativa apícola, es inminente por haber influenciado en los campesinos y las campesinas al cuido de las abejas y valorar el beneficio de la polinización, sabiendo que, gracias a esta, mejora el rendimiento de la producción y también le apunta a la conservación de la biodiversidad.
La iniciativa plantea otros retos como la adquisición de tierras alrededor de los apiarios, la viabilidad de los cultivos para mejorar la zona melífera, vinculación de los jóvenes en el proyecto, charlas a niños y niñas de básica primaria y secundaria para concientizar sobre el compromiso y cuidado que debe tener esta especie que es tan benéfica para la humanidad y para el futuro de la alimentación.
En el 2019 le abrimos los brazos a Slow Food con la creación de la Comunidad Melífera Montemariana, gracias al acompañamiento del convivium de Slow Food Cartagena. El pasado 28 de Febrero se realizó el lanzamiento oficial de la comunidad en Palo Altico en Marialabaja, el cual estuvo cargado de momentos muy auténticos y emotivos, hubo tiempo para agradecer a la madre tierra y a los cuatro elementos por los alimentos, tiempo para enseñar, tiempo para la poesía, tiempo para degustar y tiempo para compartir.
Pertenecer ahora a una comunidad de Slow Food es una gran oportunidad para promover la miel buena, limpia y justa, acercarla a la ciudades, adquirir nuevos aprendizajes, compartir conocimientos y vivir nuevas experiencias.
Jesús Pérez
Líder Comunidad de Slow Food Melífera Montemariana