Wir haben es Satt: 160 tractores y 33.000 personas a 2 grados bajo cero
13 Feb 2018
Que una manifestación consiga reunir a más de 30.000 personas no es algo a dar por descontado, sobre todo si se organiza con las gélidas temperaturas de enero en Berlín.
Pero desde 2011 la manifestación “Wir haben es Satt!”, o sea “!Estamos hartos!”, consigue reunir en enero todos los años a millares de ciudadanos y campesinos en una marcha que desde la estación central de Berlín concluye en la puerta de Brandenburgo. Los mensajes de la manifestación son nítidos: menos agroindustria y más granjas agrícolas, no a los OGM y neonicotinoides, menos consumo de carne y más bienestar animal, por los derechos de los campesinos, por una Europa solidaria.
A fin de acentuar estos mensajes, el día 20 de enero 160 tractores se congregaban en Berlín para abrir la manifestación. 160 tractores provenientes de diferentes regiones del país y con numerosas jornadas de camino a sus espaldas hasta llegar a la capital. 160 tractores conducidos por campesinos y campesinas, a menudo acompañados en cabina por sus hijos. La fuerza de la manifestación es esa justamente: unir a productores y ciudadanos. Millares de personas que acaso aún no hayan conseguido cambiar las políticas, pero que, con toda seguridad, han dictado los temas discutidos con ocasión del encuentro de los ministros de agricultura europeos y mundiales que se reúnen en Berlín todos los años durante los mismos días.
Slow Food Alemania es parte de la coalición de las más de 50 organizaciones que convocan la manifestación y componen un frente unido por la soberanía alimentaria. Y en este sentido los jóvenes de Slow Food son particularmente protagonistas: desde 2011 hasta hoy, víspera de la manifestación, estos jóvenes han organizado la “disco soupe” más grande del mundo. Este año han sido 1.300 los jóvenes que han hecho acto de presencia para mondar y cortar 2 toneladas y media de verduras recuperadas. Aquel a quien faltaban cuchillos y tablas de cortar, bailaba al son de la música esperando su turno para preparar la sopa. Y no obstante ser la noche de un viernes, fueron decenas los jóvenes y menos jóvenes que participaron en los debates organizados en coincidencia con la “disco soupe”.
Una vez finalizada la manifestación también pudieron oírse las voces jóvenes de Slow Food sobre el estrado de la puerta de Brandenburgo: Sebastian Junge y Marta Messa intervinieron ante 33.000 personas portando los mensajes de nuestra red.
La manifestación de Berlín es un éxito que nos inspira en toda Europa.
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