Una historia de éxito a seguir: Los Amigos del Melón de Torres de Berrellén

A solo 20 km de Zaragoza, se encuentra Torres de Berrellén, un lugar en el que, con sus 1446 habitantes, está causando impacto y cambios positivos para preservar su historia, cultura y gastronomía. 

En esta tierra fértil y con tradición agrícola nace la Asociación de Amigos del Melón de Torres de Berrellén, con el fin de salvaguardar este producto de peculiaridades únicas marcadas por la región. 

Una simple búsqueda en Google, arroja un resultado de más de 40 variedades de melones, sin embargo, como es el caso de la mayoría de frutos y vegetales, siempre se ven unos pocos en el mercado. Esto termina siendo perjudicial, y la diversidad se sustituye, se olvida y desaparece. 

Y esta fue la suerte del “pueblo de los melones” como era conocido Torres de Berrellén, en el que hasta la década de 1970 se cultivó esta fruta, que luego, por razones desconocidas fue desapareciendo. En la actualidad, solo el 2% de la tierra cultivada alrededor de la aldea se dedica a los melones, y es justo ahí cuando entra en acción esta Asociación y su proyecto de recuperación. 

Su esfuerzo, que ha involucrado desde análisis genético hasta degustaciones con grupos de ancianos, ha sido exitoso, ya que lograron recuperar la variedad “tendral verde”, el melón de la región que muchos creían perdido. 

Las características del melón

Si un día se encuentran en Torres de Berrellén, y sienten curiosidad por probar uno de estos melones, lo que buscan es un fruto de corteza verde con surcos profundos, que puede pesar unos generosos ocho kilos y que cautiva gracias a su característico sabor dulce.

Un huerto de los Amigos del Melón para la comunidad 

Esta asociación no se detiene en la recuperación del melón, por el contrario, el trabajo empieza, ahora incluyendo a la comunidad. 

En el 2019 nace el huerto cooperativo de la Asociación, como forma de cooperación con los habitantes. La parroquia de San Andrés arrendó un terreno en el que diez familias comparten tanto las tareas como los productos cultivados, siempre utilizando técnicas tradicionales y agroecológicas. 

Este tipo de huertos representa una alternativa para las familias, no solo como un lugar de encuentro entre ellos y con la tierra, pero también es una oportunidad para proteger la biodiversidad y garantizar su soberanía alimentaria. 

Chuma Sahún, quién trabaja en la salvaguarda y diseminación de el Tendral Verde, también se encargó de su inclusión en el Arca del Gusto de Slow Food, y cuenta cómo el jardín colabora con la tarea de preservación, ya que funciona como laboratorio experimental en los Proyectos de fin de Máster de Agronomía de la Universidad de Zaragoza, acogiendo ensayos científicos para la depuración de su semilla, recuperación de técnicas tradicionales y adaptación a las condiciones agrícolas y climáticas actuales. 

“Finalmente, el huerto cooperativo se utiliza como plató para la difusión y divulgación del proyecto de recuperación del Melón de Torres de Berrellén ante numerosos medios de comunicación.” concluye Chuma. 

Torres de Berrellén es un caso exitoso de recuperación y protección de la biodiversidad que esperamos se replique a nivel mundial, y del que seguiremos escuchando en el futuro. Gracias a este esfuerzo, el Tendral Verde ya no se encuentra en el olvido.

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Esta iniciativa cuenta con el soporte de Slow Food a través de Slow Food Call for Ideas 2022, y co-financiado por el programa LIFE de la Unión Europea. Con esta iniciativa, Slow Food contribuye en la celebración del 30 aniversario del programa LIFE #LIFEis30