Una conversación con Hilal Elver, la Relatora Especial sobre el derecho a la alimentación de la Unión Europea
22 Ago 2018

Hilal Elver entró en funciones en junio de 2014 como Relatora Especial sobre el derecho a la alimentación de la Unión Europea. El derecho a una comida adecuada es una disciplina transversal que afectaal medio ambiente, a la economía y a los cambios sociales, así como a cuestiones relacionadas con la migración y el género. Las mujeres, por ejemplo, se enfrentan a obstáculos importantes relacionados con la inseguridad alimentaria. Su empoderamiento a través del acceso igualitario a la educación, a la tierra y la tecnología es fundamental para abordar el problema del hambre y la pobreza. Adoptar un enfoque inclusivo basado en los derechos humanos para conseguir una gobernanza alimentaria que se centre en los segmentos vulnerables de la población es, por lo tanto, necesario para superar injusticias climáticas relacionadas con la alimentación.
- Asumiste el cargo de Relatora Especial sobre el derecho a la alimentación de la UE en 2014. ¿Qué significa adoptar un enfoque basado en el derecho a la alimentación para garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición en todo el mundo? ¿Puede una perspectiva de este tipo convertirse en una herramienta para cambiar el modo en el que se produce, se distribuye y se consume la comida?
El enfoque basado en el derecho a la alimentación para la seguridad alimentaria y la nutrición proporciona a los titulares de derechos (los ciudadanos) diversas oportunidades de procedimiento, como la participación en los procesos de toma de decisiones, la rendición de cuentas, el seguimiento, el acceso a la justicia y la transparencia. El derecho a la alimentación es un derecho legal disponible para la gente cuando exista una violación de los derechos humanos con respecto a la alimentación. El enfoque de los derechos humanos no puede cambiar por sí solo la forma en la que se produce, se distribuye y se consume la comida, pero otorga el derecho legal a las personas para que participen en los procesos de elaboración de políticas, al mismo tiempo que cuestiona las autoridades y las malas prácticas cuando el sistema no permite que la gente tenga acceso de un modo equitativo y no discriminatorio a comida adecuada y en buen estado.
- Las mujeres tienen un papel clave en la consecución progresiva del derecho a la comida en todo el mundo, ya que son responsables de una gran parte de su producción y elaboración. Teniendo en cuenta siempre el enfoque basado en los derechos humanos, ¿qué contribución pueden hacer las mujeres para cambiar el paradigma alimentario?
Las mujeres tienen una función especial en los sistemas alimentarios como productoras, consumidoras y proveedoras de alimentos en el contexto de la familia, la mayoría de las veces como cuidadoras no remuneradas y, cada vez más, como agricultoras.A día de hoy, las mujeres forman el 60 y 70 % de los agricultores, así como el 43 % de los trabajadores agrícolas, aunque estas cifras cambian según la región. Dicho esto, que las mujeres tengan acceso a recursos como la tierra, el agua, las semillas, a créditos y a tecnología de un modo igualitario al de los hombres es una cuestión problemática en todo el mundo.Según informes de la FAO, si las mujeres pudieran acceder a recursos productivos del mismo modo que los hombres, sacarían a entre 100.000 y 150.000 personas del hambre y las cosechas podrían aumentar entre un 20 y un 30 %. Por eso, reconocer el papel de las mujeres en el sector de la agricultura y en los sistemas alimentarios y respetar sus derechos en general es una forma efectiva de eliminar el hambre y la malnutrición a nivel local y nacional, además de ser un modo de fomentar el desarrollo económico inclusivo.Estos no son solo pequeños resultados positivos, y se podrían realizar con una inversión y un cambio político relativamente pequeños.
- El cambio climático, las desigualdades socioeconómicas, las guerras y conflictos y la falta de servicios de protección social en áreas rurales amenazan seriamente la seguridad alimentaria en todo el mundo, el acceso a recursos, así como el sustento de millones de personas de todo el planeta que se ven forzadas a emprender largos viajes y a cruzar continentes en busca de mejores condiciones de vida.E incluso cuando llegan a un país nuevo, los migrantes sufren violaciones de derechos. Pensemos en el derecho a la alimentación, el derecho a la salud o al trabajo en condiciones seguras y con sueldos adecuados. Es un fenómeno estructural que se debe explorar en toda su complejidad. ¿Cuál es la receta para tener un marco político nacional e internacional sano, con un enfoque basado en los derechos humanos y que sea capaz de lidiar con la migración así como con sus causas principales?
El enfoque basado en los derechos humanos a nivel nacional e internacional ofrece diversos recursos legales que protegen a los grupos vulnerables.Los migrantes son uno de estos grupos. Un compromiso sólido con los derechos humanos y la implementación de los derechos humanos en su totalidad (en otras palabras, no solo los derechos políticos y civiles, sino también los económicos y sociales) pueden proteger a los migrantes y refugiados en los países de acogida. Para resolver el problema de la migración, la comunidad internacional debe iniciar políticas para responder a las causas principales de la migración. La migración ocurre cuando las personas no son felices en su propio país, cuando no son capaces de tener unas condiciones económicas y políticas que sean apropiadas para mantener su modo de vida, o cuando ocurren desastres medioambientales y climáticos que destruyen todo lo que tienen.Además, el conflicto y la falta de un estado de derecho les impiden el acceso a la comida, a la vivienda y a los servicios de salud, por lo que no son capaces de encontrar unas condiciones de trabajo decentes.La asistencia internacional sirve de ayuda en esta situación cuando un país está en una crisis aguda. En esos casos, aunque la responsabilidad principal recae en los gobiernos nacionales, la comunidad internacional también es responsable de ayudar a los países que sufran un desastre natural o una guerra y que no sean capaces o no estén dispuestos a ofrecer este tipo de servicios a su propia gente. Los problemas económicos de largo plazo se podrían solucionar con cooperación internacional entre los miembros de la comunidad internacional. Esta idea varios documentos legales internacionales, empezando por la Carta de las Naciones Unidas, La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) y en dos pactos diferentes: uno de derechos civiles y políticos y otro de derechos económicos, sociales y culturales. Recientemente, el compromiso de la comunidad internacional para la colaboración mundial está incluido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la UE número 17. Estos documentos legales y políticos son importantes y se deben considerar seriamente si hay voluntad para resolver el problema de la migración que está dañando seriamente y de forma indiscriminada los derechos humanos.
- El mar Mediterráneo es una cuna de biodiversidad, culturas y recetas, un lugar de esperanza y desolación para muchos. En tu opinión, ¿cuál sería el nuevo modelo de desarrollo mediterráneo que se debería promover, teniendo en cuenta los derechos humanos, la cooperación y la empatía hacia la diversidad biológica y cultural de esta área como motor de economías sostenibles y de nuevos modelos de hospitalidad?
El Mediterráneo es, y ha sido a lo largo de la historia, una región muy importante. El Mare Nostrum une a las personas, las culturas y el medio ambiente, así como a la biodiversidad de los tres continentes y de varias civilizaciones. Fue un punto de encuentro de la Antigüedad, y todavía lo es. La riqueza de esta región se podría transformar en esperanza, en lugar de desolación, si la gente y los países cooperaran. Si consideramos que las diferencias culturales, religiosas y étnicas nos benefician, en lugar de separarnos; si la cooperación económica nos ayuda a ser autosuficientes y sostenibles, en lugar de a priorizar los intereses nacionales y a formar parte de una globalización depredadora; si somos conscientes de que las fronteras nacionales las dibujaron los ganadores de varias guerras basadas en consideraciones geopolíticas que no tienen en cuenta la conectividad de los humanos y del medio ambiente, esta región conservará su magia para las siguientes generaciones.Nuestra responsabilidad es proteger el Mediterráneo cambiando nuestra visión del mundo, pensando en lo inimaginable y convirtiendo esta utopía en realidad.
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