Un Rayo de Esperanza para el Bienestar de los Animales en Europa
26 Ene 2021
El 2020 fue un año prometedor en cuanto al futuro del bienestar de los animales en Europa. Desde el etiquetado del bienestar animal y su transporte a alternativas a las jaulas, la Unión Europea ha avanzado considerablemente mejorando la manera en la que se trata a los animales de granja y las condiciones en las que viven. Pero aún queda mucho para ganar esta lucha.
El mes pasado, llegaron buenas noticias para el bienestar animal desde el otro lado del Canal: el Ministro de Medio Ambiente del Reino Unido, George Eustice, anunció un plan en Inglaterra y Gales para prohibir la exportación de animales vivos con el objetivo de cebarlos y sacrificarlos. Así, se convertirían en los primeros países de Europa en acabar con esta práctica.
Los animales pagan un precio muy alto en los sistemas actuales dado que las granjas industriales reducen los animales a meras máquinas y mercancías. Están encerrados en jaulas muy pequeñas o confinados en espacios pequeños donde pasan su corta pero dolorosa vida. Vivir en estas condiciones hace que los animales sean más propensos a enfermedades. En muchas granjas intensivas se les inyectan vacunas y antibióticos de manera rutinaria, creando también un riesgo para quienes consumen su carne. El sector ganadero de UE consume más antibióticos que el sector humano médico y contribuye a extender la resistencia antimicrobiana, lo que supone 33 000 muertes al año en la UE.
Además, la producción en la ganadería intensiva amenaza la sostenibilidad ambiental, la salud humana y los medios de subsistencia de las comunidades rurales y los pequeños ganaderos.
Con la alta demanda general de carne y la exportación en Europa, es necesario enfrentarse a las consecuencias y las externalidades negativas de la ganadería animal intensiva para salvaguardar la salud de los ciudadanos y del medio ambiente, y garantizar que los pequeños ganaderos puedan desarrollar sus actividades asegurando que se respeta el bienestar de los animales.
La Unión Europea ha estado activa en este frente durante 2020, con avances esperanzadores en cuanto al bienestar de los animales, el etiquetado, las jaulas y el transporte. ¡Empecemos por el principio!
Abramos la puerta a la Libertad de los Animales de Granja
Durante muchos años, los consumidores de la UE han expresado, cada vez más, su deseo de estar mejor informados en cuanto a las condiciones de la crianza los animales, y también han mostrado una gran determinación para acabar con las prácticas de maltrato. Este cambio en la mentalidad de los europeos aparece muy bien reflejado en el gran éxito de la Iniciativa Ciudadana Europea «Acabemos con las Jaulas», que reunió más de 1 400 000 firmas en toda Europa, enviando así un claro mensaje a las Instituciones Europeas: ha llegado el momento de abolir el uso de jaulas en la cría de animales en Europa.
Para ello, el Parlamento Europeo solicitó llevar a cabo un estudio sobre el tema para valorar la viabilidad de esta demanda. Se centra principalmente en alternativas a las jaulas en las que se encierra a las gallinas y las cerdas, y sus conclusiones son prometedoras. «La cría en libertad tiene un efecto positivo en el comportamiento y bienestar de los animales (…) La investigación muestra que esta libertad es posible a día de hoy, o que lo será en el futuro. Ese cambio hacia un sistema sin jaulas podría alcanzarse a corto plazo mediante medidas políticas y financieras, y a largo plazo mediante legislación».
Hacia un Etiquetado Europeo para el Bienestar de los Animales
Todos tenemos derecho a saber cómo se produce la comida que hay en nuestra mesa, así como de dónde viene; aún así, las industrias agrícolas y alimentarias a menudo hacen que nos resulte complicado averiguarlo. La falta de un sistema de etiquetado adecuado impide que los consumidores puedan tomar decisiones conscientes sobre el alimento y no «premia» a los ganaderos que utilizan sistemas que respetan el bienestar de los animales.
Dada la presión de la sociedad civil, la Comisión Europea ha tomado más y mejores medidas para conseguir el etiquetado de bienestar animal. El Eurogrupo por los Animales estableció en el último documento normativo un etiquetado de bienestar animal en Europa; sí que existe información sobre el bienestar de los animales, pero solo en algunos productos como los huevos, y se debe únicamente a la legislación nacional o iniciativas privadas. Dinamarca, por ejemplo, ha puesto en práctica este etiquetado sobre el bienestar animal, y en Alemania se está trabajando para crear etiquetas gubernamentales para los cerdos.
Esta falta de armonización legislativa podría cambiar en los próximos años. En su Estrategia De la Granja a la Mesa, publicada en mayo de 2020, la Comisión de la UE se refirió al etiquetado como «un instrumento central para proporcionar a los consumidores información de alta calidad en lo que concierne la sostenibilidad de la producción alimentaria, el valor nutritivo de los alimentos, así como la información al consumidor sobre el bienestar animal». Sobre este último punto, la Comisión anunció la promulgación de un etiquetado sobre el bienestar animal en la UE, para aumentar la credibilidad y transparencia de los alimentos en los mercados de la UE y para permitir a los consumidores que tomen decisiones informadas.
Negocios vs Sufrimiento Animal
Cada año, millones de animales son trasportados dentro de la UE y a terceros países durante muchos días seguidos, con objetivos comerciales y en terribles condiciones. Debido a estas condiciones altamente deficientes, muchos animales sufren daños graves y otros pueden incluso llegar a morir tortuosamente durante estos viajes. Capacidades de carga insuficientes, falta de herramientas adecuadas para darles de comer y de beber, transporte de animales que no deberían viajar, personal con una formación pésima; todas estas deficiencias y muchas otras son las responsables de causar un estrés y un dolor enorme a los animales que se transportan.
En Europa, el negocio de exportación global de animales vivos supone un valor estimado de 3 300 millones, forzando a los animales a sufrir viajes cada vez más largos por todo el mundo, hasta países tan lejanos como Uzbekistán, Tailandia o Uganda.
Con estos hechos y números en mente, es muy importante que los legisladores de la UE actúen para establecer unas regulaciones más estrictas sobre el transporte de animales vivos. En junio, el Parlamento Europeo votó para establecer un comité de investigación para indagar en el trasporte de animales vivos dentro y fuera de la Unión Europea.
El comité decidirá si la Comisión Europea ha fracasado al ignorar estas «serias y sistemáticas» violaciones de las regulaciones de la UE en cuanto a la protección de los animales vivos exportados. Algunos miembros, contrarios a la exportación de animales vivos, han pedido al comité en repetidas ocasiones que consideren restricciones en las exportaciones fuera de la UE y han sugerido que se limite el tiempo de transporte dentro de la UE.
Slow Food y el Bienestar de los Animales
Durante muchos años, Slow Food ha trabajado de manera activa para promover un enfoque holístico en el alimento y la ganadería. Las buenas prácticas en el bienestar animal son una parte fundamental, no solo porque respetan a los animales como seres sensibles, sino porque también benefician a los ganaderos, consumidores, y al medio ambiente.
Mediante sus proyectos, Slow Food quiere asegurar que cada vez haya más personas que entiendan la conexión entre el bienestar animal, salud humana y sostenibilidad ambiental. Los Baluartes de Slow Food, por ejemplo, pueden tener un impacto directo en el bienestar de los animales dado que los protocolos de producción que tienen que ver con el ganado ya siguen las directrices de Slow Food en cuanto a las variedades, alimentación, reproducción, etc.
No obstante, la educación es igual de importante. A lo largo de los años, Slow Food ha desarrollado una gran red por todo el mundo que ha permitido que numerosos proyectos en los colegios y jardines comunitarios pudieran ver la luz, asegurando así que las generaciones más jóvenes tengan las herramientas necesarias para tomar decisiones más saludables y sostenibles durante su crecimiento.
Además, Slow Food ha sido muy activo en su trabajo para concienciar sobre los temas que realmente importan, con campañas como «Meat the Change», que se lanzó en enero de 2020, y cuyo objetivo es animar a la gente a que coma menos pero mejor carne, y piense en las consecuencias de sus decisiones alimentarias.
Por esta misma razón, Slow Food ha desarrollado el proyecto etiqueta narrativa, basada en la idea de que todos los productos deberían contar su historia: dar información detallada sobre los productores, sus instalaciones y zona de producción, la variedad de plantas o animales que utilizan, sus técnicas de cultivo o ganadería, sus protocolos de procesamiento y las medidas que se ponen en práctica en cuanto al bienestar de los animales.
La UE tiene que trabajar para que haya más coherencia en las políticas alimentarias. Es necesario introducir medidas que tengan en cuenta los costes del bienestar animal apoyando a los ganaderos que, de manera voluntaria, elijan mejorar sus niveles yendo más allá de lo que requiere la ley. Slow Food seguirá luchando para que se reconozca completamente el bienestar animal como un elemento en las futuras estrategias de la UE con el objetivo de alcanzar la sostenibilidad del sistema alimentario.
¿Quieres saber más? Visita nuestra página web dedicada al bienestar de los animales.
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