El supermercado británico Waitrose termina con el uso de alimentos genéticamente modificados (GM) para animales
18 Nov 2016
“El progreso es la suma de todas las pequeñas victorias”, como dijo una vez el historiador americano Bruce Catton. Y de hecho, a pesar de las noticias preocupantes del otro lado del Atlántico, en dónde el Presidente electo Donald Trump parece estar dispuesto a desmejorar las regulaciones de seguridad alimentaria y así empoderar a la agricultura industrial y todo lo que esto conlleva, en Reino Unido hay razones para estar alegre. Una de las cadenas de mercado más grande del país, Waitrose, anunció que va a acabar con el uso de alimentos GM en sus granjas, lo que significa que sus huevos, su leche y su carne serán todos libre de transgénicos. En la cima de las políticas de Waitrose esta el no usar aves de corral GM, y desde ahora la soya utilizada para alimentar a sus cerdos será también libre de transgénicos. Es más, está decisión también acortará la cadena de suministro, ya que la soya GM es importada de Sur América. En cambio, la soya no modificada genéticamente viene de la región del Danubio en Europa. Lo que significa que no es solo una victoria para los consumidores y los agricultores de Reino Unido, sino también para el medio ambiente.
Slow Food se opone al uso de alimentos genéticamente modificados por varias razones: por lo general ellos crecen a gran escala en monocultivos, amenazan la biodiversidad y la agricultura a pequeña escala. La tecnología detrás de su producción está también patentada, lo que crea un ciclo de dependencia en donde los agricultores deben comprar nuevas semillas cada temporada. Ellos amenazan también nuestras tradiciones alimentarias locales, reemplazando variedades nativas de fruta y vegetales con productos anónimos de ingeniería de laboratorio. Todo esto antes de que nosotros empecemos a considerar cuan poco sabemos sobre los efectos que tienen en nuestra salud. Por todas estas razones, Slow Food acoge con satisfacción la decisión tomada por Waitrose de poner fin a su apoyo a esta industrial dañina.
Las reacciones a esta noticia han variado en todo Reino Unido. The Soil Association hizo la valiente afirmación de que era el “más grande golpe a los cultivos de alimentos GM este siglo”, citando la eliminación de la venta al por mayor de frutas y verduras GM en los supermercados de Reino Unido en 1999. Lo que no paró a los consumidores británicos de comer cultivos GM indirectamente, pues su uso en la alimentación animal es aún preocupantemente prevalente. La Asociación de estándares alimenticios británicos quisiera que esta información estuviera incluida en los paquetes. Y Slow Food, que promueve una etiqueta narrativa que cuente la historia completa sobre el proceso de producción y de las personas detrás del producto, solo puede estar de acuerdo. Al otro lado de la cerca, a la luz de la decisión, la conservadora revista Spectator publicó un artículo promoviendo un boicot para Waitrose!
Slow Food hace un llamado a todos los supermercados a seguir el ejemplo y acabar con el uso de alimentos GM en sus cadenas alimenticias, y por lo menos, hacerlo claro a los consumidores para que sepan que contiene la comida que están comprando. De esta forma podremos aumentar la conciencia pública sobre la historia detrás de cada comida que comemos, y dirigirnos hacia alimentos mejores, más limpios y justos.
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