El proyecto Slow Food Indica refuerza la agricultura familiar en el estado de Bahía, Brasil, a través de la comunicación
19 Ene 2023
Estrategias de marketing centradas en la valorización y divulgación de la agricultura familiar baiana garantizan visibilidad a las organizaciones productivas del estado.
Slow Food Indica, una iniciativa para promover el acceso al mercado de alimentos buenos, limpios y justos procedentes de granjas familiares de Bahía. crédito: Mirela Boullosa.
Los alimentos buenos, limpios y justos tienen historias que contar. Hay estrategias de comunicación y narración que deben estar en la base de los proyectos y políticas alimentarias. Contar las historias reales que hay detrás de los alimentos de las agroindustrias, mostrando cada paso del proceso de producción, desde el origen, es una forma de cultivar experiencias de consumo responsable, generando una conexión con el público. Con el objetivo de regenerar y desarrollar las relaciones de mercado y fomentar las prácticas y los conocimientos tradicionales de los agricultores familiares y guardianes de la biodiversidad de Bahía, un circuito de establecimientos comerciales, inicialmente trazado en la capital, está utilizando materiales de comunicación estratégica del proyecto «Slow Food Indica».
Karla Uckonn afirma que el proyecto ha conseguido sensibilizar a las personas que intervienen directamente en las ventas, para dar a los consumidores una información más completa. «Esto ha sido muy potente, incluso en el equipo interno, en el sentido de provocar el debate sobre la complejidad de rastrear el origen de estos alimentos. Al mismo tiempo, ofrece herramientas de comunicación para que podamos informar y formar a los consumidores sobre cómo consumir mejor», explica Karla, coordinadora del Centro Público de Economia Solidária de Salvador (CESOL), una de las tiendas aliadas del proyecto.
La iniciativa Slow Food Indica apoya acciones de marketing para reforzar la difusión en los puntos de venta con el fin de despertar el interés de los consumidores y destacar en los lineales los alimentos con identidad producidos por nueve cooperativas agrícolas familiares que adoptan buenas prácticas de producción, transformación y distribución que de algún modo convergen con las directrices de bueno, limpio y justo, promovidas por el movimiento Slow Food.
En la 14ª edición del Terra Madre Salone del Gusto, que tuvo lugar en Turín (Italia) en septiembre de 2022, el periodista estadounidense Micheal Moss afirmó que los movimientos sociales como Slow Food deben luchar por ocupar los espacios mediáticos como expertos en el tema de la alimentación. En su ponencia «La importancia de los medios de comunicación: cómo contar su propia historia» subrayó que es urgente crear relatos, imágenes impactantes y contar historias que sensibilicen a los consumidores y sean atractivas por sí mismas, en lugar de aparecer sólo como contrapunto a la agroindustria o la industria alimentaria.
En este sentido, Slow Food Indica ofrece una vía prometedora para una amplia comunicación sobre los alimentos y los productos de las fincas familiares de Bahía. Mucho más que promover estrategias de mercado para convencer, pretende sobre todo promover el consumo responsable contando las historias de estos alimentos que forman parte de la cultura alimentaria de Bahía.
Karla señala dos retos en la comercialización de los productos e identifica la labor del movimiento Slow Food como fundamental para crear un consumidor más consciente: «Veo un doble reto: el de la relación entre los productores y el mercado. Como centro público, somos muy activos en el fortalecimiento del espíritu empresarial, de una forma sana, basada en las reglas del mercado. Así pues, Slow Food viene a sumarse a este segundo desafío, que consiste en que los consumidores comprendan los diversos aspectos que intervienen en el propio proceso de producción. Comprender los puntos fuertes, los territorios de Bahía y cómo es la producción. Lo que consumimos repercute en la gestión de un territorio. Por último, lo que es bueno para mí es lo que es bueno para el territorio, lo que es bueno para la naturaleza, lo que establece prácticas solidarias y sostenibles en las relaciones de trabajo y de producción».
Lanzamiento de Slow Food Indica en la 13ª edición de la FEBAFES en diciembre de 2022.
crédito: Mirela Boullosa
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Compañía de Acción y Desarrollo Regional (CAR), vinculada a la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), fue lanzado durante la 13ª edición de la Feria Bahiana de Agricultura Familiar y Economía Solidaria, FEBAFES, considerada una de las mayores ferias del país. Fue una sede estratégica, con un programa de actividades que generó visibilidad, incluida una mesa abierta para el lanzamiento oficial de Slow Food Indica, transmitida en vivo a través de las redes sociales, al que asistieron representantes de organizaciones de producción familiar, socios institucionales y la CESOL.
Para Denise Cardoso, miembro de la Coopercuc – Cooperativa Agropecuária Familiar de Canudos, Uauá e Curaçá: «El lanzamiento fue importante, principalmente porque tuvo lugar durante la FEBAFES, que es el espacio de construcción y encuentro de la agricultura familiar en Bahía. Traer esta conversación fue importante en el sentido de que llegamos a conocer el proyecto un poco más. Fuimos parte de todo el proceso de construcción, pero entender cómo funciona fue mucho más interesante para la cooperativa y, también, ver las otras cooperativas que forman parte del proyecto». Coopercuc existe desde 2004 con el objetivo de cualificar y comercializar la producción de los miembros de la cooperativa. Actualmente, está formada por 450 famílias de 18 municípios del Sertão baiano. Es aliada de Slow Food desde su fundación en la labor de promoción y valorización de los alimentos de la región semiárida brasileña, el umbu y el maracujá-da-caatinga de la Coopercuc, ambos son Baluartes Slow Food.
También durante el evento, un stand informativo dedicado al movimiento Slow Food, muy bien situado frente a la Cocina Show, y una entrevista en la Radio Jóven, del Programa Pro-Semiárido, ampliaron el alcance del público. Por último, fue una oportunidad para observar la interacción de los consumidores con los materiales promocionales y de marketing distribuidos en los stands de la feria y el interés por las innovaciones digitales adoptadas, como las etiquetas narrativas, que utilizan la tecnología de los códigos QR para acercar el entorno real al virtual y conectar así el campo con la mesa, resaltando las características de los productos.
Los interesados pueden acceder al listado completo de cooperativas y productos indicados, todos ellos libres de transgénicos y agrotóxicos, así como consultar la localización y contactos de los establecimientos comerciales seleccionados, que recibieron los materiales de promoción y apoyo a la trazabilidad, a través de la dirección slowfoodbrasil.org.br/sfindica/.
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