RESCATE Y VALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO AGROALIMENTARIO EN EL MUNICIPIO DE MANAURE, COLUMBIA

Durante los meses de febrero a abril de 2015, en el marco del convenio 373 de 2014, suscrito entre el Departamento para la Prosperidad Social de Colombia y
Rimisp Colombia, Slow Food, socio de la Plataforma Diversidad Biocultural y Territorios, desarrolló una serie de actividades con el objetivo de rescatar y valorizar el patrimonio agroalimentario del territorio de Manaure (La Guajira, Colombia) como estrategia para mejorar las condiciones de seguridad alimentaria y nutricional de las poblaciones más vulnerables que habitan en el municipio.

Slow Food inició sus actividades realizando un mapeo para identificar los
productos tradicionales vinculados con el patrimonio agroalimentario de la etnia
Wayúu, que luego fueron propuestos y subidos al Arca Del Gusto: frijol guajiro,
igüaraya, saawa, harina de trupillo, pichigüel, miel de abeja carga barro y
güamacho.

Los productos catalogados fueron visibilizados en dos eventos de difusión, uno
realizado en la ciudad de Riohacha, el día 9 de abril y otro en la ciudad de
Bogotá, el 14 del mismo mes. Participaron representantes de las comunidades
involucradas en el proceso, instituciones locales, departamentales y nacionales,
interesadas en seguir impulsando el enfoque de trabajo que se está desarrollado
a lo largo del mismo.

Dentro de las actividades realizadas por Slow Food en el territorio, se llevaron a
cabo dos talleres para sensibilizar a la comunidad Wayúu respecto a las
posibilidades de mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional, a través
del consumo de alimentos tradicionales que pueden ser incluidos en la dieta
diaria, así como las preparaciones propias del territorio. Durante los talleres y a
través del desarrollo de actividades teórico prácticas, los participantes
incorporaron a sus saberes, formas limpias de producción.

En la institución etno-educativa de Ishashimana ubicada en el corregimiento de
la Paz, del municipio de Manaure, se inició una huerta escolar con sistema de
riego.

El objetivo de dicha actividad, fue retomar las actividades productivas de cultivo
de alimentos para la comunidad de área de influencia de la institución, así como
también, formar a las nuevas generaciones en las artes de producción de
alimentos tradicionales.

El reconocimiento del territorio, el diálogo con las comunidades y sus autoridades
tradicionales, le permitió a Slow Food descubrir una riqueza inimaginable,
expresada en un paisaje rico en diversidad, una cultura sin igual, y un saber como
pocos. Las comunidades han valorizado las potencialidades de su entorno, y se
plantean estrategias para solucionar sus necesidades alimentarias trabajando
desde ellas.

Slow Food y sus aliados de la Plataforma Diversidad Biocultural y Territorios, han
sembrado en el territorio, una semilla para el rescate y valorización del patrimonio
agroalimentario, retomando el diálogo intergeneracional y propiciando
escenarios de reflexión y aprendizaje entorno a su identidad cultural vinculada
con el alimento bueno, limpio y justo.