Remedios naturales contra el resfriado

Cefaleas, cansancio, dolores en el cuerpo, escalofríos y algún estornudo: he ahí los síntomas inequívocos de la gripe o influenza. Todos los años millones de personas se ven afectadas por este mal estacional que obliga a cama y reposo. Justamente, el reposo es la mejor medicina: permite al organismo ahorrar energías y combatir el virus para sanar pronto y bien. De hecho, recurrir a fármacos no es siempre la mejor solución. Con frecuencia es bueno evitar la ingesta inmediata para bajar la fiebre: se trata de una reacción natural del cuerpo que no hemos de temer de ningún modo. En general sería más oportuno ayudar a nuestro organismo a combatir la enfermedad ofreciéndole la posibilidad de seguir su curso. Existen tantas alternativas que la medicina natural pone a nuestra disposición: ¡aprendamos a defendernos con las curas dulces que nos regala!

Conocidas de todos son las cualidades de los cítricos: excelentes para combatir el resfriado y prevenir los síntomas, son una fuente natural de vitamina C y antioxidantes de efectos beneficiosos y protectores. Otro portento contra los síntomas invernales es el ajo: conocido ya por nuestras abuelas como antibiótico natural, estudios científicos han demostrado sus cualidades y lo han definido como excelente medicina natural en casos de tos e influenza, a usar, sin embargo, con atención en el caso de personas hemorrágicas, con irritaciones de estómago e intestino, gastritis o úlcera. Otro antibiótico natural es el propóleo: derivado de la resina de algunas especies de plantas a las que las abejas agregan polen, ceras y encimas, sus principios activos, dotados también de destacadas propiedades antiinflamatorias, hacen de él un remedio natural eficaz en el tratamiento de infecciones de las vías respiratorias superiores. Por su parte, pertenece a la cultura aborigen australiana el uso de aceite del árbol del té en infusiones contra los trastornos gastrointestinales de naturaleza infecciosa. Extraído del árbol del té (Melaleuca alternifolia), una planta siempre verde originaria de Australia, tiene propiedades antisépticas, antibacterianas, antifúngicas y antiinflamatorias.

En cualquier circunstancia, beber mucho es uno de los secretos para “disolver” el resfriado y la influenza: si aman las tisanas e infusiones han de probar igualmente el jengibre, el rábano picante, la rosa canina, la equinácea y la melisa. La parte del jengibre que se utiliza en herboristería es la raíz, con la que se puede preparar una tisana antigripal para reducir nauseas y trastornos estomacales. También el rábano picante parece ser una panacea, utilizado como infusión contra el catarro y la bronquitis. La rosa canina, por su parte, es una planta silvestre que se encuentra en los bosques europeos y en la América Tropical: es una fuente natural de vitamina C, excelente para endulzar con miel. Planta de la familia de las Asteráceas, la equinácea es un antiinfeccioso y un remedio natural eficacísimo para defender el sistema inmunitario y prevenir cualquier tipo de infección. Una buena infusión de hojas de melisa puede, finalmente, aliviar el dolor de cabeza consecuencia del resfriado: la bebida estimula los riñones y la sudoración con efecto desintoxicante, y puede tener excelentes cualidades sedantes.

Un buen aliado de las bebidas calientes es el vinagre de miel: útil para aliviar inflamaciones de garganta se puede usar también para hacer gargarismos o como aerosol. Otro tanto se puede decir de la cebolla: hervida en poca agua el jugo que se obtiene se puede usar para los gargarismos, para descongestionar la faringe y ayudar a expulsar la mucosa bronquial.

Aun las hierbas aromáticas pueden venir en nuestra ayuda contra la influenza. La tisana de salvia, por ejemplo, está indicada contra el dolor de garganta, mientras que la infusión de orégano calma la tos. A su vez el tomillo es expectorante, desinfectante, antioxidante, espasmolítico, antibacteriano y antiviral, mientras que el romero, consumido como tisana es un remedio energético y desintoxicante para reequilibrar el organismo en caso de estrés y cansancio.

¡Y buen invierno a todos!