Pulpo con banana asada
09 Oct 2014
João Carlos Silva es un provocador. No le gusta definirse como chef, sino como cocinero al servicio de la investigación y de la creatividad en la cocina: alterar viejos conceptos sin temor a correr riesgos. Originario de São Tomé e Príncipe, después de haber vivido en una roça –una casa colonial, fulcro de la actividad agrícola-, dejó muy joven el pequeño estado insular para descubrir el mundo lusofono, sobre todo Angola, su segunda casa, pero también la América del Norte y Europa. Durante veinte años se ha dedicado a aprender, explorar y encontrarse con cuantos lo han ayudado a desarrollar sus dos grandes pasiones: las artes plásticas y la cocina.
A su regreso, experimentada la proverbial saudade hacia su país, decide ponerse manos a la obra: instituye la bienal de artes plásticas saotomense; crea la asociación Teia d’Arte y el espacio Cacau (Casa da arte criação ambiente e utopia) lugar multiforme donde artistas se exhiben en muestras, danzas, teatro; donde se forman los jóvenes y donde, sobre todo, se lucha para que los habitantes de la isla “se sientan orgullosos de ser saotomenses”, transformándolos en ciudadanos activos.
El escenario favorito de João, sin embargo, es la Roça São João dos Angolares, una antiguo caserío recuperado en su antiguo esplendor. Una expresión del turismo ecológico y cultural donde el cocinero acoge a amigos y turistas maravillándolos con platos de la tradición, reinterpretados sin temor pero sin excesos, en defensa de las recetas típicas de su tierra.
João Carlos Silva deviene famoso gracias a la transmisión televisiva de la emisora Rtp África Na Roça com os Tachos, donde en un horario de máxima audiencia muestra a los espectadores cómo cocinar platos típicos usando los productos de su tierra. Hace pocos meses ha sido llamado para cocinar en la sede de las Naciones Unidas de Ginebra para celebrar el Año Internacional de los Pequeños Estados Insulares.
La inspiración de Joao Carlos Silva fue descubierta durante un viaje a la tierra saometense. Hace pocos meses ha entrado a formar parte de la red de Slow Food, de la que comparte la filosofía.
Pulpo con banana asada (asadas)
Elegir un buen pulpo. Aunque desagrade, alguien deberá encargarse de batirlo con un instrumento de madera o de utilizar otras técnicas para ablandarlo. Una vez resuelta la cuestión, se mete en un cacerola de bastante capacidad junto con ajo, sal, cebolla, tomate, pimienta en grano, hierbas aromáticas según el gusto, aceite y vino tinto. Tras una cocción paciente y lenta, se ubica todo en un recipiente y se ahorna durante una veintena de minutos. Después se cubre todo con un lecho de berenjenas cortadas en tiras muy finas y se deja cocer de nuevo durante algunos minutos.
El pulpo se acompaña con bananas asadas en el calentador o en el horno.
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