Manabí se prepara para participar de la red mundial de destinos Slow Food Travel

La provincia de Manabí es una de las más extensas y pobladas del Ecuador. En el territorio nacional, Manabí evoca cultura alimentaria, patrimonio gastronómico y una historia cargada de tradición, con gente que abre sus brazos a quienes visitan sus ciudades y sitios turísticos.

En Ecuador, es común escuchar a la gente de otras provincias decir: “Vamos a un restaurante Manabita a probar la rica sazón”; y es que la palabra Manabí se usa como un atractivo, una vez que es conocida por sus exquisitos platos.  

Los Manabitas poseen identidad propia y la llevan con orgullo hacia cualquier parte del país y el mundo. Por su amabilidad y cultura es fácil distinguirlos casi en cualquier lugar donde se encuentren. En los campos de Manabí, existe la fama de que cuando alguien visita a un familiar o amigo, nunca sale con las manos vacías. Los campesinos de Manabí son inmensamente generosos y comparten desinteresadamente los frutos de los cultivos disponibles en sus fincas. 

Cortesía de Jorge C evallos Bravo, colaborador de la comunidad Slow Food ALMA-Alimentación Manabita

En la gastronomía Manabita, se destacan los ingredientes como el plátano, maní, yuca, maíz, queso, aves y mariscos con los que se combina una infinidad de deliciosos platos que ya han ganado el reconocimiento de turistas y organizaciones internacionales. La oferta alimentaria está marcada por un arcoíris de sabores y texturas que cautivan a propios y extraños, fusionándose con las historias y leyendas de hombres y mujeres valientes y trabajadores. 

En el ámbito del proyecto «La alimentación como motor de transformación: Promoviendo el desarrollo territorial integral del norte de Manabí a través de la primera Ruta Mancomunada de Turismo Gastronómico del Ecuador«, apoyado por el Fondo Italo Ecuatoriano para el Desarrollo Sostenible (FIEDS), la Fundación Fuegos junto con Slow Food están implementando actividades inspiradas en el programa Slow Food Travel. Este proyecto se ejecuta en los cantones del Perfil Costero Norte de Manabí: Pedernales, Jama, Sucre y San Vicente.

Cortesía de Jorge C evallos Bravo, colaborador de la comunidad Slow Food ALMA-Alimentación Manabita

 En el norte de Manabí se caracterizan siete fuentes alimentarias bien definidas:

1. Bosque húmedo (nativo y remanentes) que provee principalmente frutales silvestres;
2. Bosque seco donde predomina los cultivos de cereales; principalmente maíz y en menor medida arroz;
3. Zona ganadera que produce leche, queso manaba, requesón, mantequilla blanca y otros derivados lácteos;
4. Zona agrícola (valles, colinas y pendientes poco pronunciadas) que produce cultivos de ciclo corto (maíz, maní, tomate, pimiento, sandía, melón, leguminosas, entre otras), mediano (musáceas y tubérculos) y largo (cacao, café, cítricos y otros frutales propios de la zona);
5. Manglares, de donde se recolecta principalmente cangrejos rojo (guariche) y conchas;
6. Ríos, de donde se obtiene alimentos derivados de la pesca de agua dulce (algunas como el cacaño y la vieja azúl son candidatas para registro en el Arca del Gusto);
7. Océano, de donde se obtiene una amplia variedad de productos de la pesca artesanal.

En una primera fase, se está realizando un mapeo de actores mediante talleres virtuales/presenciales y visitas a fincas de agricultura y ganadería familiar campesina, asociaciones (de pescadores, recolectores y agricultores), organizaciones de base, establecimientos de alimentación y hospedaje, entre otros. La finalidad es dar a conocer al mundo las riquezas gastronómicas y culturales que se pueden encontrar en la zona norte de la provincia de Manabí.

Cortesía de Lisseth Zurita y Valentina Álvarez, Chef miembros de comunidad Slow Food ALMA-Alimentación Manabita

Después del mapeo, se realizará actividades de capacitación que involucran a 36 iniciativas, con un enfoque específico en la aplicación de la filosofía y las herramientas de Slow Food,  con el fin de incluir el territorio en la red internacional de destinos de Slow Food Travel, con la participación de los actores involucrados.  

Los esfuerzos por la seguridad alimentaria están contribuyendo a la motivación de salvaguardar los productos, tradiciones, saberes y sabores de la zona norte de Manabí para el alcance del desarrollo sostenible local y para dar a conocer el patrimonio alimentario en todos los ámbitos posibles. La finalidad será sumar acciones conjuntas mediante procesos participativos que permitan la apropiación de los/as actores locales por los alimentos buenos, limpios y justos, asegurando el bienestar de las comunidades y de los sistemas alimentarios mediante la hospitalidad e intercambio de experiencias.