Ley nueva de Etiquetado Frontal de Argentina: ¡una conquista popular!

Con el escenario de una larga pandemia, nuestra Cámara de Diputados volvió a la presencialidad plena en una histórica sesión que aprobó este 27 de octubre la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, más conocida como Ley de Etiquetado Frontal. Esta ley fue festejada como una conquista popular por ser derechos adquiridos de la sociedad civil y diferentes organizaciones sociales que militan la alimentación saludable como también organismos internacionales, entre ellos la Organización Panamericana de la Salud (OPS), UNICEF y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).  

En septiembre de 2019 la Relatora Especial sobre el derecho a la alimentación, Hilal Elver, luego de su visita al país en 2018, presentó un informe ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre la Argentina y declaró que la «Argentina es el país de la región que consume la mayor cantidad de productos ultraprocesados per cápita, y lidera el consumo de gaseosas.» Insumos que Claude Fischler llamó o.c.n.i, objetos comestibles no identificados, muy buenos para vender pero malos para comer. 

Frente a esta tendencia global, y desde el año 2013 la Organización Panamericana de la Salud intenta promover diferentes medidas para mitigar el sobrepeso y la obesidad. Definitivamente la presencia de nutrientes críticos en ultraprocesados está ligada directamente al aumento de la malnutrición y las enfermedades crónicas no transmisibles, principal problema de salud pública, y principal factor de riesgo en relación al Covid-19. 

Las diferentes Cámaras industriales, azucareras y lecheras, y de manera insólita también la Amcham (Cámara de empresas estadounidenses en el territorio) realizaron una fuerte actividad de lobby del modelo agroindustrial dominante para evitar que prospere esta ley. 

La siguientes son las principales políticas públicas que se recomiendan con la nueva Ley.  

Con respecto al etiquetado frontal, se recomienda que haya una advertencia con forma de octágono negro con borde y letras en color blanco en mayúsculas, sobres excesos de nutrientes críticos: grasas sodio azúcares y calorías. Además, que haya leyenda especial de advertencia de edulcorantes que no son sustancias inocuas y en caso de tener cafeína haya una leyenda por debajo de los sellos que diga «Contiene cafeína, evitar en niños/niñas.» (Llamado “perfil de nutrientes”). El tamaño de los sellos nunca será inferior al 5% de la superficie de la cara principal del envase. 

Una vez que se tenga uno de estos sellos no pueden ser ofrecidos ni comercializados en los establecimientos del sistema educativo nacional: cantinas ni comedores escolares. 

No puede ser objeto de publicidad, dirigida a niños ni adolescentes, ni llevar personajes infantiles, dibujos animados, celebridades, ni ídolos deportivos, y se prohíbe la promoción o entrega gratuita de este tipo de insumos y la contratación pública por parte del Estado en sus políticas de licitación. 

La Ley indica que el estado deberá priorizar las contrataciones de los alimentos que no cuenten con sellos de advertencia. 

Se estipula que el Consejo Federal de Educación deberá promover Educación Alimentaria y Nutricional en todos los niveles educativos. 

También recomienda al Poder Ejecutivo la reformulación del texto del Código Alimentario Argentino para adecuar sus disposiciones a esta ley. 

Sin ánimo de aportar tecnicismos decimos que es el mejor parámetro en la región, Chile tuvo su ley en 2016, Uruguay en 2018, Perú en 2019, y México en 2020, y como dato clave contamos que Unicef encontró que en Uruguay un 18% de los consumidores decidió no comprar productos con octógonos y un 23% opto por alimentos libres de ellos!! 

Con este hecho histórico para Argentina se abren los caminos hacia la Soberanía Alimentaria, hacia la garantía de los derechos básicos salud, alimentación adecuada y a la información. 

Ahora resta la promulgación de un decreto y luego la publicación en el Boletín Oficial. 

Es importante que continuemos con la presión colectiva, alertas y atentos porque cada uno de estos pasos es importante para que tenga cumplimiento efectivo. 

La comunidad Slow festeja porque comer mejor, conocer lo que llevamos al plato, quien lo produce, en qué condiciones, la educación alimentaria, y el buen vivir pertenecen a nuestra filosofía. 

Es una ley a favor de los que bregamos por una alimentación buena limpia y justa para todos!!