Feria del Tejocote: invernal, peculiar y agridulce
17 Dic 2021
En el municipio de Calpan en el estado de Puebla, México se realiza anualmente a mediados de noviembre y desde 2007 la Feria del Tejocote.
El tejocote (Crataegus mexicana) del vocablo náhuatl “Texocotl”, tetl (algo duro, piedra) y xocotl (fruto agrio o agridulce) significa “fruto ácido y duro”. Es un fruto semejante a una pequeña manzanita, de sabor agridulce, muy aromático, de color amarillo verdoso, anaranjado o rojizo con diminutos puntitos cafés, con cuatro o seis semillas en su interior, de 1 a 4 centímetros de diámetro. El tejocote es nativo de Mesoamérica, algunas especies son endémicas y la región Izta-Popo es su centro de origen y mayor diversidad. Calpan es uno de los principales municipios productores de tejocote en México.
La palabra tejocote puede resultar un trabalenguas, una confusión muy común es denominarlo tecojote, es decir, se sustituye la sílaba co por jo, y aunque pareciera insignificante decir tejocote o tecojote, lo correcto es tejocote. Curiosamente, en las primeras ferias existió una botarga llamada Tejorín, la mascota del que alguna vez se llamó TejoFestival Bicentenario (2010), inspirada en el teporingo o conejo de los volcanes que llevaba un collar con un rosetón dentro del cual se encontraba un tejocote y que representaba el consumo del tejocote (anaranjado chapeado) por el conejo silvestre. Años después se creó un evento deportivo paralelo a la feria llamado Trail Tejocote.
El encanto de las primeras ferias del tejocote realizadas frente al exconvento franciscano del siglo XVI declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1994, consistió en reunir en un solo lugar a productores locales y de la región (Calpan, San Nicolás de los Ranchos, Huejotzingo, Chiautzingo, Tlahuapan, San Salvador El Verde y otros) que exponían y comercializaban plántulas, frutos de diversos tamaños y tonalidades, productos derivados y artesanales: ates, mermeladas, almíbares, helados, tartas, yogures, flanes, ponche navideño, licores, deshidratados (miniorejones), diversos platillos salados o picosos (atoles, ensaladas, salsas), etc. aunado a charlas o conferencias de productores, técnicos, ingenieros y profesores investigadores sobre este peculiar fruto; un concurso del tejocote más grande y un concurso de platillos con tejocote.
Algunos años la feria se realizó en la unidad deportiva Calli (campo deportivo) de la localidad y más recientemente en la explanada de la presidencia municipal. Con el paso del tiempo la feria dejó de reunir a productores de la región pero se ha mantenido viva con los productores locales debido a que por años el tejocote había sido poco valorado cultural, productiva y comercialmente, se pensaba en él únicamente como fruto forrajero, para las piñatas o el ponche navideños.
La cosecha de tejocote se realiza a mediados septiembre y hasta diciembre para venderlo por kilo o caja con los compradores que se establecen en diversos puntos locales con destino a las centrales de abasto o la industria de zumos o néctares, el fruto también es exportado o simplemente vendido a granel en los mercados regionales.
Los conocedores de este fruto saben que los de tamaño pequeño tienen un intenso aroma y sabor, y los de tamaño grande son apreciados porque son más estéticos y tienen más pulpa.
La Feria del Tejocote es una feria única en México, revalora un pequeño gran fruto de temporada, arraigado a nuestra cultura y a nuestra tierra. Puede encontrar tejocotes en cualquier lugar de México pero sólo en la Feria del Tejocote puede encontrar a productores y artesanos que cultivan y procesan con tesón un fruto muy singular que le da sabor y color al invierno.
Por Ana Teyssier, [email protected]
Horticultora, foodie o comidista, investigadora cultural gastronómica y cronista de México para Slow Food Internacional.
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