Una bondad caribeña: el cangrejo negro de la isla de Providencia
27 Mar 2019

Providencia y Santa Catalina son el hogar de una especie tan inusual como representativa de las islas: el cangrejo negro (Gecarcinus ruricola), de concha oscura, patas rojas y sabor extraordinario.

Tiempo atrás, estos cangrejos poblaban todo el archipiélago y eran cruciales para la dieta y la economía local, así como para la cultura de los raizales, descendientes de africanos esclavizados y navegantes británicos. La urbanización, el turismo masivo, la desaparición del bosque y el cambio climático son solo algunas causas que han puesto en peligro esta especie que hoy se refugia esporádicamente en algunas áreas y fondos marinos de la isla.

El Baluarte, coordinado por la asociación ASOCRAB, se formó a través de una alianza entre la Fondazione Activos Culturales Afro (ACUA), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y Slow Food con el fin de proteger la supervivencia de la especie promoviendo su valor cultural, diversificando las actividades económicas de los recolectores e influyendo en las políticas públicas sobre medio ambiente y sostenibilidad. ¿Cómo se logra todo esto? A través del Baluarte se producen y comercializan conservas y platos a base de cangrejo, por ejemplo, se ponen en marcha servicios de turismo relacionados con el recurso (como la ruta turística del cangrejo negro de Providencia). El Baluarte también promueve la producción, la elaboración y el consumo de otros productos típicos del bosque seco y del mar, como el jumbaleen, un fruto pequeño de sabor agridulce, o el fruto del árbol del pan, presente en San Andrés y Providencia.
Hablamos con algunas mujeres de la asociación ASOCRAB para aprender más sobre la relación que tienen con este recurso y con la cultura indígena del archipiélago.

¿Cuáles son los principales cambios que habéis notado desde el nacimiento del Baluarte?
Gracias al Baluarte, la comunidad ha empezado a gestionar los recursos de un modo más sostenible y, lo que es más importante, la organización de la producción, el proceso y las ventas han mejorado. Esto ha fortalecido el posicionamiento de la comunidad en el mercado local. Ahora las familias que trabajan juntas en ASOCRAB pueden utilizar instalaciones especiales y pequeños puestos de elaboración que se han distribuido entre seis familias. En el Baluarte también se ha trabajado para mejorar las buenas prácticas y para asegurar que el producto es de gran calidad, que está correctamente empaquetado y etiquetado.
Tenemos la esperanza de que se involucre más gente joven al proyecto. Un paso crucial en este sentido fue la fundación de un espacio cultural íntegramente autogestionado: el Festival del cangrejo negro, que este año llega a su quinta edición. Este evento reúne a adultos y jóvenes en su deseo de dar visibilidad a prácticas gastronómicas y expresiones culturales cuyas necesidades deben ser reconocidas.

Anteriormente, los habitantes de la isla utilizaban el recurso de un modo indiscriminado. Sin embargo, en los últimos años la población de las islas está más concienciada sobre la necesidad de conservar este producto. Actualmente, la recolección del cangrejo negro está sujeta a un periodo de veda estacional que se corresponde con la época de reproducción y migración interna de su especie: del 1 de abril hasta el 31 de julio de cada año.
Cómo se captura el cangrejo negro y qué representa en la gastronomía local?
Cada año, entre abril y junio, oleadas de cangrejos adultos dejan el bosque para viajar por el mar, donde las hembras ponen sus huevos. Veinte días después de que rompan el cascarón, las crías se dirigen al bosque para continuar creciendo.
Los cangrejos se atrapan de noche, a mano, cuando salen de sus escondites para alimentarse. Se capturan con vida y se mantienen en contenedores. Al día siguiente se hierven en agua caliente antes de elaborar productos con ellos.

El cangrejo negro es una comida local típica. Estos crustáceos no solo son una fuente de ingresos, sino que también forman parte de la dieta diaria de las familias. En la cocina se utilizan todas y cada una de las partes del cangrejo. Además, mucha gente opina que el cangrejo es más sabroso que el pescado, la langosta, la gamba o incluso que el caracol pala (o «queen conch»), otra delicia local. Los platos tradicionales que incluyen cangrejo son las empanadas y los pasteles de cangrejo (crab patty), arroz de cangrejo (rice’n crab), caparazón relleno de cangrejo (crab’s back), cangrejo hervido (boiled crab), cangrejo guisado (stew crab), sopa de cangrejo (crab soup), rondón (run down) y muelas de cangrejo (crab toe). Recientemente han aparecido preparaciones nuevas, más innovadoras, como las pastas y las pizzas de cangrejo.
¿Cuál es su valor simbólico?
El cangrejo es un símbolo de la identidad cultural local, representa algo muy valioso para los raizales en términos de defensa, apropiación y permanencia en el territorio. Todo esto está estrechamente relacionado con las expresiones culturales vinculadas al cangrejo, como canciones o mitos que se inspiran en su comportamiento. De hecho, la imagen y el símbolo del cangrejo están presentes en esculturas, figuras, artesanías y objetos decorativos. Una de las canciones más populares del archipiélago es «Mamá cangrejo», del músico Jammin Jah, cuya letra y música tienen un ritmo que recuerda al movimiento de los cangrejos y alude a sus migraciones. Los niños y los jóvenes bailan al ritmo de «el baile del cangrejo negro de Providencia» con pasos que simulan los movimientos y la manera de caminar del animal.
¿Cuáles son las actividades complementarias de la comunidad cangrejera?
La diversificación productiva es la base de la sostenibilidad de las familias en la isla de Providencia que tienen que dedicarse a diferentes actividades para poder sobrevivir. Las personas que se dedican a la captura del cangrejo negro también trabajan en la administración pública o desarrollan otras actividades, como la venta informal de helados y dulces tradicionales, la pesca, el turismo o la agricultura, aunque esta última actividad económica es menos habitual debido a las dificultades de producción agrícola que existen en la isla.
¿Por qué es importante para la comunidad promover el consumo de este producto?
Promover el consumo de este producto en la comunidad indígena del archipiélago es de vital importancia, no solo para que la propia la cultura raizal sobreviva, sino también para que el cangrejo siga siendo un sostén económico para buena parte de la población. La comercialización de carne y muelas de cangrejo es una fuente importante de ingresos para Providencia, así como el consumo de este recurso en todas sus formas y los servicios relacionados, como las rutas turísticas dentro de la isla de Providencia. Todos ellos representan mejores posibilidades económicas para las familias raizales que viven de esta actividad.
Promover el cangrejo implica trabajar en diferentes frentes. Se debe trabajar por una toma de conciencia por parte de toda la comunidad sobre la importancia que tiene conservar este recurso y su hábitat, por el reconocimiento de aquellos que lo protegen, por la promoción del consumo local y se debe involucrar a las nuevas generaciones para que den continuidad a sus costumbres gastronómicas y arraiguen su identidad.
El trabajo del Baluarte se lleva a cabo gracias al patrocinio del FIDA, la Unión Europea en coordinación con la Fundación Activos Culturales Afro (ACUA), la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (CORALINA) y muchos otros socios locales de vital importancia estratégica.
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