Degusta tu Caribe: ¡Protejamos las poblaciones de langosta espinosa del Caribe!
19 Ago 2019

A lo largo de la costa del estado de Quintana Roo, en México, cuna de la civilización Maya, se encuentran las reservas de la Biosfera Banco Chinchorro y Sian Ka’an, esta última declarada Sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Las dos áreas marinas están formadas por un complejo sistema de playas, bahías pequeñas, manglares, formaciones coralinas, especies animales y vegetales típicas del Caribe.
Este sistema marino y costero de extraordinaria belleza posee una gran riqueza biológica y cultural, y forma parte fundamental del Sistema Arrecifal Mesoamericano, la segunda barrera coralina más extensa del mundo que – gracias a la gran diversidad de hábitats – hospeda a miles de especies marinas y más de 60 tipos de corales, representando un lugar clave para la conservación de la biodiversidad.
En estas aguas cristalinas, y hasta cien metros de profundidad, vive la langosta espinosa del Caribe (Panulirus argus), conocida como chakay (“pez rojo”) en la lengua Maya. Este crustáceo – especie endémica del Caribe que se alimenta de pequeños moluscos y otras especies – representa la principal fuente de ingreso para las comunidades de pescadores artesanales de las dos reservas.
En las últimas décadas, la sobreexplotación, el incumplimiento de las reglas de captura y los hábitos de consumo irresponsable, han llevado a las poblaciones de langosta espinosa a disminuir drásticamente. Por eso, es fundamental promover y apoyar técnicas de pesca sostenible, que respeten el ecosistema y los ciclos de vida de la langosta. Asimismo, es necesario impulsar un modelo de consumo atento, que tome en cuenta las temporadas y fases de reproducción del recurso, las tallas mínimas de pesca, el periodo de veda y que rechace la compra de langosta de pesca furtiva e ilegal.
Desde 2017 Slow Food, gracias al apoyo de la Unión Europea y en conjunto con sus socios locales – la organización Amigos de Sian Ka’an y Colectividad Razonatura – está implementando el proyecto Slow Fish Caribe que promueve la conservación de la biodiversidad de los complejos, frágiles y biodiversos ecosistemas de arrecifes costero-caribeños, sometidos a una excesiva explotación, consolidando buenas prácticas para el uso sostenibles de los recursos de las Reservas de la Biosfera.
El primer paso fue el reconocimiento de la langosta espinosa de Banco Chinchorro y Sian Ka’an como Baluarte Slow Food, para refrendar el compromiso de colaboración entre comunidades, instituciones de manejo, academia y sociedad civil, que han apoyado la pesca sostenible de langosta en estas áreas marinas protegidas, con la ambición de difundir este modelo exitoso en otras regiones del Caribe.
El Baluarte está formado por seis cooperativas de pescadores que en la última década han generado y adoptado técnicas de pesca sostenibles y selectivas y que cuentan con la concesión exclusiva para pesca en las Reservas de la Biosfera Banco Chinchorro y Sian Ka’an. En este sentido, han eliminado la pesca con gancho y redes, reemplazándolos por lazos y jamos, y han adoptado una técnica en el co-manejo comunitario de las zonas de pesca por parcelas de mar en las que se instalan refugios artificiales llamados casitas. Los pescadores bucean en apnea para sacar las langostas de estas sombras, liberando las hembras reproductoras y las menores a la talla mínima legal. Las langostas se venden principalmente vivas y enteras, su carne es muy apreciada por los cocineros locales que a menudo la sirven cruda y marinada con jugo de limón, en el tradicional ceviche, a las brasas, y otras múltiples recetas locales.
Por otro lado, se está trabajando en la concientización de los consumidores locales y los turistas al fin de divulgar conocimientos sobre la forma más sostenible y saludable de consumir la langosta, sin poner en riesgo la sobrevivencia de la especie. Para un consumo responsable, es fundamental comprar únicamente langosta de las cooperativas autorizadas, no consumir el recurso en el periodo de veda de captura y elegir siempre langosta local y de la medida apropiada, para evitar de consumir ejemplares juveniles que no se hayan reproducido.
En el marco de la Campaña “Degusta Tu Caribe” – que promueve los principios de un consumo responsable y sostenible – Slow Food, en conjunto con Amigos de Sian Ka’an, la Colectividad Razonatura y gracias a la valiosa contribución de los pescadores de las cooperativas pesqueras de las reservas de la Biosfera Banco Chinchorro y Sian Ka’an – ha realizado un Manual de Consumo Responsable que impulsa la valorización y preservación de la langosta espinosa del Caribe mexicano (Panulirus argus) y transmite información valiosa sobre cómo elegir y saborear una langosta que sea Buena, Limpia y Justa:
- ¿Cómo distinguir una langosta legal de una langosta de pesca furtiva?
- ¿Cómo escoger una langosta que sea local, fresca y más risca sin cometer el error de comer una langosta extranjera?
- ¿Cuál es la medida apropiada que debe tener una langosta para poder ser consumida?
- ¿Cuál es el periodo de veda de pesca de langosta?
Descubran éstas y ulteriores informaciones en el manual de consumo responsable de la langosta espinosa del Caribe mexicano que está disponible aquí:
*La Campaña “Degusta tu Caribe” se está desarrollando en el marco del Proyecto “Slow Fish Caribe: Fortaleciendo modelos de conservación y aprovechamiento sustentable en áreas protegidas en el Caribe vinculadas a Slow Food“[1] financiado por la Unión Europea e implementado en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, donde se ubica la Reserva de la Biosfera Seaflower y en la costa mexicana de Quintana Roo, donde se encuentran las Reservas de la Biosfera de Sian Ka’an y de Banco Chichorro. Se lanzó en distintos espacios de diálogo en Colombia y México, en colaboración con los socios del Proyecto y en alianza con organizaciones e instituciones públicas locales.
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