Bolivia amazónica arde, crónica de una muerte anunciada
30 Ago 2019

Actualmente estamos recibiendo numerosos llamamientos de la red Slow Food en América Latina, en particular de los países más afectados por los incendios que están devastando la selva amazónica. Hace dos días publicamos un llamamiento de la red brasileña y hoy damos voz a un importante aporte que viene de Bolivia. Completamos este discurso con un comentario de Chiara Davico, de la oficina de Slow Food para América Latina y el Caribe, que nos ayuda a comprender el contexto en el que se desarrolla este duro artículo sobre el presidente boliviano.

En silencio, Bolivia también se enfrenta al mayor desastre ecológico de su historia. A partir de 2015, se sucedieron una serie de medidas gubernamentales que sólo podrían culminar en la destrucción de la selva boliviana y socavar la reputación del presidente. Evo Morales, quien interrumpió su campaña electoral por la emergencia del incendio -que fue posible gracias a un cambio en la Constitución en diciembre pasado que le permitió ser presidente por cuarta vez-, está tratando de recuperar lo irreparable mediante la concesión de una semana de descanso ecológico y el apoyo a la labor de los bomberos. Entre las medidas más importantes, desde 2015 hasta hoy, el aumento de la frontera agrícola de 3,5 a 4,7 millones de hectáreas (https://bit.ly/2Z93vMa), la creación de un fondo para la agroindustria con una inversión inicial de 150 millones de dólares (https://bit.ly/2P8RtOe), la firma de un protocolo fitosanitario para la exportación de soja a China (https://bit.ly/2zbqkiG), la autorización para la deforestación de la zona del Beni para la ampliación de las áreas ganaderas (https://bit.ly/2ZljLZB).
La distancia a las políticas gubernamentales fue expresada por la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía (COICA) en su declaración de hace unos días «Los Pueblos Indígenas hacemos responsables a los Gobiernos de Jair Bolsonaro y de Evo Morales por la desaparición y Genocidio físico, ambientales y culturales que se presentan actualmente en la Amazonía, y que por su aceptación y omisión son más graves y que son irreparables para la humanidad». Una verdadera lástima para el primer presidente indígena en la historia de Bolivia.

En Bolivia se vive una gran tragedia porque se incendia la Chiquitania, la parte amazónica boliviana, desde que se autorizó quemas controladas para ampliar la frontera agrícola para facilitar la producción de más soya transgénica. Los videos y noticias que comparten en redes donde dice que Evo defiende la madre tierra y que prohíbe transgénicos son mentiras, esta es la realidad.
Slow Food en Bolivia se constituye como un movimiento ciudadano voluntario a partir de 2011, cuando ya estaba en gobierno el presidente Evo Morales, respaldado por su partido político, el Movimiento al Socialismo MAS. Comprometerse con la filosofía de Slow Food, del alimento bueno, justo y limpio, convoca fácilmente a luchadores de la soberanía alimentaria, de la agroecología y de la pequeña producción campesina e indígena, al sentir una identificación entre la propuesta local con una propuesta global. Desde esta plataforma damos seguimiento a las normas que puedan afectar a la producción y a la alimentación, pero sobre todo desde un enfoque sistémico, a la madre tierra. 2012 nos involucra en la defensa del territorio indígena y área protegida del TIPNIS donde la sociedad boliviana respalda a los pueblos indígenas amenazados por políticas desarrollistas que proponen cruzar este territorio, declarado intangible, con una carretera bioceánica. Este proceso socio político ha mostrado la fragilidad del territorio frente a intereses corporativos, no se ha logrado mucho porque ese territorio esta ahora siendo invadido, han legitimado su propuesta violando derechos colectivos, pero el gran logro, como dice el educador popular Benito Fernández es que “ …. el TIPNIS ha lavado el rostro y la imagen indígena de Evo Morales para mostrarlo en toda la desnudez de líder cocalero más cercano al sindicalismo y al nacionalismo, hoy día convivientes con el modelo de desarrollo capitalista y extractivista ….”
El año 2015 acompañamos a la delegación de productores agroecológicos en ocasión de la Cumbre Agropecuaria “Sembrando Bolivia” donde entre estado y actores del sector debían proponer la política agropecuaria del país, ya entonces el discurso inaugural del vicepresidente en su sueño desarrollista proponía la meta de ampliar la frontera agrícola a un ritmo de un millón de hectáreas al año y los tensos debates en las mesas de trabajo intentaban flexibilizar normas que lo permitan, además de proponer la producción de biocombustibles y transgénicos que logramos frenar con los pequeños productores campesinos.
Mirando en retrospectiva vemos que esa intención manifiesta de desarrollismo agrícola se fue aplicando gradualmente y se sumaron una a una normas que tenían esa orientación, se creó una norma para la producción de biocombustibles, se otorgaron créditos para ampliación de frontera agrícola, se autorizó por ley desmontes más grandes que los antes permitidos (de 5 a 20 has), se flexibilizo la norma de aprobación para nuevos eventos de soya transgénica HB4 e Intacta, firmaron contratos para proveer soya y carne a China, y finalmente el 9 de julio de 2019, autoriza por decreto el desmonte por »quema controlada» para habilitar tierras forestales.

Consecuencias de todo ese proceso de ampliar la frontera agrícola, es el mega incendio que ya arraso más de 500 mil hectáreas del bosque seco chiquitano, extensión del amazonas en el territorio boliviano, este incendio es reflejo de las tendencias globales del desarrollo agroindustrial, que promueve monocultivos, alianzas entre estados y multinacionales, el avance de la republica de la soya, invadiendo áreas protegidas, deforestando y promoviendo estos megaincendios donde perderemos biodiversidad, pero sobre todo nos perdemos nosotros mismos, al perder nuestra soberanía alimentaria y al quedar huérfanos de nuestra madre tierra herida.
Los incendios se están combatiendo como se puede, toda acción del gobierno o de la sociedad es importante, el presidente declaro Pausa ecológica en la zona, pero sin derogar los decretos que la promovieron, otra contradicción. Ayer 27 de agosto, el presidente Evo Morales fue a apoyar el trabajo de bomberos, con mucha promoción mediática y hoy 28 de Agosto está celebrando junto a los agroindustriales el primer envío de carne a China, una de las razones para la ampliación de la frontera agrícola que ocasiona este desastre, incoherencia o ingenuidad? Como decía un slogan, no es fuego, es capitalismo depredador y extractivista.
Aferrados a los principios de Slow Food, ahora es cuando más necesitamos defender el alimento bueno, justo y limpio, el kilómetro 0, el consumo local, defender la parte amazónica de nuestra Arca del Gusto, para Bolivia, para América Latina y para el mundo.
Maria Julia Jimenez
Lider Convivium Slow Food Consumo Responsable
Slow Food Bolivia
28/8/2019
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