“BLACK CRAB DEH DON”*  

24 Jul 2020

Los indígenas Raizales del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina utilizan ampliamente sus abundantes recursos naturales para preparar deliciosas comidas. Tanto los productos terrestres como los marinos se mezclan en muchas recetas para expresar la esencia de su cultura y tradición.  

Uno de estos recursos es el cangrejo negro (Gecarcinus ruricola). El cangrejo es un elemento importante en la gastronomía, la economía y la vida cotidiana de Providencia. El arroz con cangrejo, la sopa de cangrejo, la empanada de cangrejo, el rondón, son solo algunos ejemplos de deliciosas recetas preparadas al fuego en el patio trasero. Poemas, canciones, esculturas, pinturas y libros son otras formas de expresar la importancia del cangrejo negro para el pueblo y la cultura Raizal.  

Sin embargo, el cangrejo negro se está acabando en las islas. Año tras año, la migración de las montañas al mar de cangrejos se ha visto afectada, entre varias razones, por el aumento en el número de vehículos en las islas y la construcción de infraestructura turística en el corredor migratorio de cangrejos. El regreso del mar hacia las montañas de los pequeños cangrejos, que formaron una alfombra rosa en las carreteras de la isla, parece ser llevado por el efecto del viento, las mareas y las corrientes a otras partes del mundo.  width=

La pandemia de COVID 19 se superpuso con la veda anual del cangrejo negro, que se extiende del 1 de abril al 31 de julio. Según los funcionarios de la Corporación Ambiental CORALINA y los habitantes de las islas, la migración de este año, en comparación con los últimos cuatro años, fue positiva debido a la llegada de las lluvias y a la cantidad reducida de personas en las islas. Sin embargo, la percepción general es que ya no hay cangrejos como antes.  

El COVID 19 afectó el turismo local, de tal manera que la comercialización de cangrejo disminuyó significativamente para este año. Sin embargo, hay isleños que creen que las ventas de alimentos, las exportaciones a San Andrés y el consumo local de supervivencia afectaron las cantidades de cangrejos capturados. Las restricciones gubernamentales de «quedarse en casa» disminuyeron la cantidad de cangrejos muertos en el camino e hicieron más fácil el trabajo en los puntos de control de CORALINA, pero en el contexto de la pandemia, la protección de esta especie se convierte en un desafío aún mayor si consideramos la posibilidad de un aumento de la presión sobre este recurso, debido a la disminución de los ingresos económicos de muchas familias que pueden no encontrar recursos para mantener su economía familiar. Es cierto, dicen los jóvenes «cangrejo negro deh don». «Parece que un recurso que creíamos renovable y perpetuo se está agotando».  

¿Cómo podemos reducir la presión sobre un recurso natural que ayude a satisfacer las necesidades económicas y culturales? Slow Food, junto con la Fundación ACUA y Corporación CORALINA, y gracias al proyecto Slow Fish Caribe financiado por la UE y al proyecto Empowering Indigenous Youth, financiado por el FIDA, ha estado trabajando con la comunidad local para fortalecer las alternativas económicas al consumo de cangrejo. Entre ellos, proyectos productivos para el uso de frutas y verduras locales para la preparación de salsas y mermeladas. Si deseas apoyar la biodiversidad local y crear iniciativas para preservar el cangrejo negro de Providencia, únete a la comunidad local de Slow Food para generar un cambio positivo y duradero. 

  

* «El cangrejo negro se está acabando» en creole local. 

Cambiar el mundo a través de la comida

Aprenda cómo puede restaurar ecosistemas, comunidades y su propia salud con nuestro kit de herramientas RegeneraAction.

Por favor, activa JavaScript en tu navegador para completar este formulario.
Nombre
Privacy Policy
Newsletter