Ayuda a las comunidades de Terra Madre en Ecuador

El sábado 16 de abril Ecuador sufría un terremoto de magnitud 7,8 que, hasta el momento, ha causado más de 580 muertos y 8000 heridos, además de miles de damnificados sin hogar, sin agua, sin comida, privados de suministros y de una ayuda gubernamental que o llega tarde o no llega en absoluto. Hasta el momento se han verificado más de 50 réplicas y el suelo sigue temblando en el momento en que escribimos estas líneas.

El epicentro del temblor se situó en las cercanías de Muisne, una pequeña población de 6000 habitantes (25.000 en todo el cantón) construida literalmente sobre el manglar, en el corazón del estado de Esmeraldas, en la costa norte, donde hace siglos los esclavos llegaran huyendo de un destino forzoso para establecerse en unos humedales que podían ocultarlos.

Los habitantes de Muisine y de las comunidades del entorno permanecen hoy en día como seres invisibles a pesar de sus esfuerzos por obtener sus derechos: por ejemplo, derecho a la protección y uso del manglar para su subsistencia (además de pescadores la mayor parte son recolectores de moluscos y cangrejos) o derecho de acceso al agua comunal.

recolectores de cangrejos

Con sus muy escasos medios y en las condiciones más extremas, se vienen organizando desde hace décadas para reforestar los manglares, haciendo frente a la destrucción causada por los productores de camarones y la contaminación industrial y poniendo en marcha servicios para la comunidad como un albergue (transformando una escuela de barrio clausurada por el gobierno a causa de las normas de seguridad), un comedor comunitario o un programa de ecoturismo, que acogieron a los estudiantes de Ciencias Gastronómicas en 2012.

Toda esta labor ha sido apoyada y facilitada por una organización local denominada C-Condem, cuyo líder, Líder Góngora, es un incansable defensor en la red de Slow Food de la importancia del manglar desde su primera participación en Terra Madre 2012, que a su vez organizó Slow Fish Pacífico Sur en 2014, donde se contó con la participación de estas comunidades marginadas de Esmeraldas.

Líder y su equipo han de enfrentarse hoy con fuerzas renovadas a este nuevo desafío para su comunidad. No tienen otra opción. Lo prioritario es conseguir suministros vitales para las comunidades más vulnerables: agua, comida, tiendas, velas, productos antimosquitos para prevenir posibles brotes de dengue o de Zika, medicinas y equipos de primeros auxilios. Los pasos siguientes se concentrarán en la reconstrucción de las estructuras comunitarias. Slow Food de Ecuador está ayudando en la realización de este proceso recopilando materiales de primera necesidad y dirigiendo voluntarios, además se ha asociado con la Federación de Centros Agrícolas y Organizaciones Campesinas del Litorial para sentar las bases de un futuro centrado en la soberanía alimentaria, mediante la puesta en marcha de una red de mercados de agricultores de la zona que no sólo proporcione alimentos durante la crisis, sino que sirva también para fortalecer a las comunidades y sus relaciones a largo plazo con los agricultores del entorno.

Por favor, ayúdalos a hacer frente a esta terrible tragedia y construir un futuro mejor.