Slow Food Brasil en la primera línea de defensa de la biodiversidad

Si hay un país que respondió claramente al llamado de hace casi un año para relanzar el proyecto del Arca del Gusto y la nominación del mayor número de productos alimentarios tradicionales en peligro, no cabe dudas que ese país es Brasil: un fuerte aguacero de productos que vino a abatirse sobre el Arca demostrando un entusiasmo sin precedentes.

Entre marzo y julio llegaron más de 300 candidaturas de la red brasileña: una urgencia a la hora de determinar la biodiversidad alimentaria en peligro que es reflejo de la constante amenaza que pesa sobre los productos artesanales, las diversidades culturales y los ecosistemas naturales.

El patrimonio brasileño es inmenso, fruto de una biodiversidad extraordinaria y de un dilatado territorio caracterizado por una variedad de paisajes (desde la selva amazónica hasta la sabana) y culturas autóctonas sin otro rival que no sean las inmigraciones y los mestizajes aportados por la historia .

Un patrimonio inmenso, pero en peligro. Es la paradoja de este país y la razón profunda de esta movilización colectiva: la selva amazónica, al igual que el “cerrado”, la sabana que constituye una de los más extensos biomas de Brasil, pierden terreno cada año a causa de una deforestación salvaje, que deja tras de sí hectáreas de monocultivos de soja destinados a la producción de piensos para animales en ganaderías intensivas. Más del 50% de la cobertura vegetal del “cerrado” ya ha desaparecido.

En cuanto a las producciones artesanales, unas normas sanitarias extremadamente higienistas y la estandarización industrial, sancionan a aquellos pequeños productores que resisten para tutelar la tradición de los quesos de leche cruda, mantenidas hasta hoy durante siglos gracias a las comunidades de inmigrantes europeos.

Slow Food Brasil, por tanto, está en la primera línea de defensa de la biodiversidad. En el marco de un proyecto financiado por la SEAD –Secretaría Especial de Agricultura Familiar-, dirigido por la Universidad Federal de Santa Caterina (UFSC), y a través de la colaboración con Slow Food Brasil y la red de universidades, entre ellas la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, se ha llevado a cabo una labor de investigación sobre los productos candidatos para permitir el desarrollo del Arca del Gusto brasileña: de esta forma, en 2016 subieron a bordo más de 75 nuevos productos.

Quesos tradicionales de leche cruda, peces capturados de manera artesanal pero amenazados por la sobrepesca industrial, frutos silvestres del “cerrado” y de la selva amazónica que, desde hace siglos, son parte integrante del estilo de vida y de la dieta de las poblaciones autóctonas, pero que hoy están desapareciendo de su habitat: toda una serie de productos que han sido protagonistas del Festival del Arca del Gusto, organizado por segunda vez por Slow Food Brasil desde el 20 de octubre hasta el 6 de noviembre.

Durante el festival, celebrado en São Paulo, productores, queseros, barmans y cocineros de la Alianza de los Cocineros de Brasil, se reunieron para proponer al público menús y talleres de degustación a base de productos del Arca del Gusto de la región suroriental. Escuchar la historia de un producto, tocarlo, olerlo, degustarlo en todas sus formas, ¿existe acaso un medio mejor para relanzar la misión del Arca que sacar sus productos del catálogo para enaltecer y proteger la diversidad de un territorio?

Tú también te puedes comprometer a protejer la biodiversidad y los productos de tu territorio, ayudando a Slow Food a continuar su labor de manera independiente.

Haz una donación

Postula un producto para que suba a bordo del Arca del Gusto

Photo: Alexandre Schneider / Misture a Gosto